Sunday, August 7, 2011

Una página en Facebook: "Chile y sus derechos fundamentales"

"Chile y sus derechos fundamentales"


La historia de Chile, como la del resto de los países que fueron colonias, transformó una realidad por la fuerza y, con el uso del despojo sistemático y brutal, pretendió crear una quimera paradisíaca jamás alcanzada. El desplazamiento de las poblaciones indígenas y los intentos, algunos fallidos y otros exitosos, de genocidio, constituyeron realidades que aún dañan y que se ignoran. Fueron actos de saqueo y de arrogancia inimaginables según los derechos fundamentales como son hoy definidos. Los pueblos indígenas fueron excluidos y forzados en reservas donde era imposible subsistir o desarrollar sus culturas. Las leyes y el poder mediante, vino la emigración forzada a ciudades… Y la exclusión continuó. De re-estructuró según el apetito enfermizo del poder total. La dictadura en 1973 aumentó el rango de los excluidos: esta fue basada en razones políticas y se expresó en exclusiones económicas. Con estas, centradas en los valores de la avaricia y del odio, tomaron control quienes necesitaban una sociedad de injusticia y mentiras que ha durado demasiado. A las grandes mayorías se las criminalizó y excluyó tierra adentro (en la pobreza), bajo tierra (sus muertos y desaparecidos) o, tierra afuera… (¡al exilio!) Se impuso la imposibilidad de educarse, de tener un techo, trabajo y derechos laborales, salarios dignos, salud como derecho. Se negó alcanzar beneficios posibles de acuerdo a los recursos nacionales. La riqueza de Chile de unos fue la razón de una inequidad creciente: hoy entre las peores del mundo. Por ello, los derechos fundamentales fallan en todo. Las cárceles de Chile encierran inmoralmente a los presos políticos mapuche. Pero este pueblo excluido lucha y contagió con su valor y dignidad al país entero. Hemos vivido “la historia de la intolerancia”. (J.Bengoa: Historia del pueblo Mapuche)

Menos de un 3% de la población total, aliado con un mundo especulador y agresivo, globalizado, desencadenó un golpe de Estado para su beneficio. Mantuvo ese nuevo Estado el desarrollo de un sistema regresivo, de leyes justificadoras (como antes contra los mapuche) y de fuerzas armadas represivas e impunes en cada crimen. El sistema legal, resultante de una Constitución ilegítima nos impone “obedecer porque lo dice la ley”. Pero esta fue hecha por golpistas y beneficiados juntos al dictador. Así se intentó “amarrar todo” para la eternidad… Pero la historia no es estática: los pueblos aprenden y recuperan sus capacidades primeras, las que se refieren a re-aprender sus derechos fundamentales. Ese proceso se vive hoy: se enfrenta un aparato represivo-económico-legal-excluyente, de magnates arrogantes y un sistema abusivo, grosero, que viola todo lo que toca y que se quiere impune. Las leyes y la complicidad de los gobiernos por casi 38 años (si sumamos los 17 años de dictadura directa y 21 de esta “demokkkracia a la chilena”) han construido un país imposible: sin justicia, democracia ni derechos fundamentales para las grandes mayorías. Hay un Estado represor que limita los salarios dignos indispensables y las funciones estatales y de servicios que permitirían una vida digna para todos… Y, por otra parte, se permite el lucro obsceno de una minoría aliada al poder extranjero cómplice y adulador que destruye los recursos nacionales. Plantean que desarrollo es aumentar las fortunas especulativas con impunidad para unos pocos y no, el desarrollo armónico, fraternal de todo los pueblos que viven en nuestra larga, rica y brutalizada franja de tierra. Franja que se sujeta, con dificultades, al racimo del subcontinente latinoamericano, despreciado por unos clanes impúdicos, fatuos y mediocres. Neruda, ante crímenes anteriores predecía “Nadie sabe donde enterraron/ los asesinos estos cuerpos / pero ellos saldrán de la tierra / a cobrar la sangre caída / en la resurrección del pueblo.” (Canto General: Las masacres)

Son las esperanzas de sus habitantes las que trataremos de investigar, y promover para que “las alamedas se abran para todos”. Para ello denunciaremos lo que las limita, lo que ataca a nuestra juventud por todos los sectores –sean ellos gente del mar, de las minas, estudiantes, mujeres, ancianos, trabajadores todos ellos, mapuches, aymaras, diaguitas u otros pueblos originarios… Es decir, todo para liberar las fuerzas democráticas, de justicia y equidad social de nuestros pueblos. Denunciar y aislar a quienes se aprovechan e intentan transformar a Chile en una “dictadura perfecta”. La violencia malvada impuesta en las calles viola el derecho hasta de pensar. De eso ya nunca más. El camino para la libertad y por una Constitución participativa, democrática en su actuar y en su esencia, lo está recorriendo un pueblo entero, que mira al mundo con esperanzas y no con el miedo que se le quiere imponer. Las puertas de ese camino están abiertas y podemos/debemos recorrerlo y construirlo todos. Por una justicia para todos.

Mural en Edificio Gabriela Mistral - 1972 – José Venturelli (1924-1988) El mural fue hecho para la Conferencia de la UNCTAD a petición de Salvador Allende (foto de JVB abril 2011)


1 comment:

  1. Espero que quien lea la explicación del nombre de la página en facebook pueda participar y difundir la página. La imágen es maravillosa y con gran significado

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