Tuesday, August 6, 2019

La tradición de una constitución ilegal e ilegítima, en un país de alta corrupción e inequidad implica represión y destrucción del medio ambiente


Una historia y una actitud que no cambia en cinco siglos... 


Nelson Miranda Urrutia, abogado dedicado a la defensa del pueblo Mapuche, indicaba que David Mariñan había sido balead por Carabineros (porque no respondía a una citación de comparecer por una multa). Esa fue la razón fundamental para ser baleado: “ser Mapuche y, además, Carabineros que ha hecho de la represión su especialidad forzando que se cumplan las leyes, justas o no.

Sin embargo…  La verdadera naturaleza del gobierno de Chile, me refiero al de post-dictadura y que no tiene una constitución, -ni legítima ni democrática siendo por ello, un gobierno illegal. Así, por mucho que los gobiernos desde Pinochet pretendan ser “legales, estos siguen siendo ilegales e impuestos mediante una falsa constitución y usando su enorme capacidad represiva. El “presidente” actual y los anteriores, que dicen respetar la constitución (hcha por Pinochet y sus asociados)  han mantenido un alto grado represivo y este aumenta cada vez más. Brutaliza las relaciones porque se basa en violencia contra todos los que "no les gusta". Allí están los Mapuche de todas las edades y el gobierno recurre a sus cuerpos armados para llevar a cabo su “guerra sucia” contra el Mapuche.

Las diversas fuerzas que usan son, además de la policía civil (investigaciones o PDI que detiene al mapuche en cualquier lugar, incluso conatención “a domicilio”) Carabineros y sus diversas fuerzas: Grupo Móvil, Fuerzas Especiales y Comando Selva (“creado por Piñera” imitando unas fuerza represivas que existen en Colombia (una de las dictaduras más mortíferas de América Latina). El Ejército, que está “siempre listo para actuar por la patria” (ahora lo harán también funcionar en la Guerra contra el narcotráfico en las fronteras”. Agréguenle la fuerza armada de Prisiones que puede ser brutal en la represión carcelaria contra el Mapuche) Y, finalmente, las fuerzas de ultra-derecha ( el comando Trizano y otros con nombres diversos).  Salvo los grupos como Trizano u otros similares, todas están bajo el mando del presidente Piñera (hoy) y de su Ministro del Interior (Andrés Chadwick) de quien se exige su renuncia y enjuiciamiento por su participación en crímenes… el ultimo es el crimen de Camilo Catrillanca ocurrido mientras lo perseguían con apoyo radial directo de parte de sus jefes y que fue asesinado por Carabineros con una balazo por la espalda en la cabeza con, muerte instantánea. Camilo iba acompañado por un menor, ambos desarmados y viajaban en un tractor… ( Valientes fuerzas las que pretenden protegernos !)


Lo que ha pasado con Mariñan es típico de esta estructura delincuencial de este gobierno y anteriores. David Mariñan es Mapuche, por lo tanto, "terrorista" en la mentalidad de Piñera y de su Ministro del Interior - el inefable Andrés Chadwick- y, sin duda, en sus mentes ultra-derechistas: es culpable porque primero es Mapuche y nada le puede quitar su "condición de terrorista" como define el gobierno al pueblo originario mayoritario –que tiene un 10 % población, esto es sobre 1.500.000 personas! Y así, el mundo lo arreglan con esa visión al estilo Pinochet !


¿Hasta cuándo seguiremos con este absurdo “a la chilena” donde hasta un (dizque) historiador jura de que los Mapuche deben aceptar su condición de chilenos…( o de Araucanos porque ese es el nombre que les dieron…los españoles! ( El historiador, -me refiero a Sergio Villalobos- con muy poca evidencia, fuera de su insistencia casi irracional, tiene apoyo de quienes no quieren reconocer el nombre con el que el Mapuche se se llama a sí mismo! Eso es contrario a la historia de los pueblos originarios… a menos que, como ha sucedido en Chile donde muchos de estos pueblos fueron eventualmente exterminados. Al tratar al Mapuche de “terrorista” y balear niños y población de todas las edades, es obvio que lo que se busca no es paz, no es equidad ni mucho menos justicia cómo lo establecen las Naciones Unidas a nivel mundial. Buscan su eliminación.constitución política democrática seguirán los “presidentes” actuales buscan quitarles las tierras en maniobras ya derrotadas como la reciente “consulta indígena”. Mientras no tengamos Carabineros formados con ética, equidad y sentido de justicia mal seguirán las cosas. Los escándalos y corrupción que vemos en el país desde el gobierno a fuerzas armadas y carabineros que han demostrado une enorme corrupción  seguiremos  con un poder del Estado que promoverá injusticia y que no va a impedir los escándalos. La impunidad seguirá asegurando la violencia contra el Mapuche… ( y también contra los trabajadores, estudiantes, mujeres y ancianos, jubilados y toda forma de derechos humanos que el modelo no considera importantes).

Wednesday, May 23, 2018

La represión contra el pueblo Mapuche o la Ley del Embudo


Contra el Mapuche: Chile hace juicios a repetición, sin pruebas ni evidencias, los más altos mandatarios, ellos mismos con juicios y fraudes pendientes que juegan a hacerse los dignos y honestos. Ninguno de ellos ha demostrado su honradez y están dispuestos a asesinar al pueblo Mapuche. La violencia es a todos los niveles y en todas la edades. 

Aunque no lo “sepamos y cueste creer porque nos hacen creer”, en Chile existe un Estado de represión máxima… aunque nos quieran hacer creer de que existe plena democracia y justicia.  Las palabras democracia, justicia y respeto a la “ley” nada significan. La interferencia con la justicia es un estado permanente…

Su origen aún proviene de los que fueron “elegidos como pinochetistas seguros”. Como los que fueron aceptados-designados en el llamado juramento de Chacarillas que le daba autoridad (y amor) eterno al pensamiento del mismo Pinochet. Así, 77 personas le declararon seguirlo de por vida https://es.wikipedia.org/wiki/Acto_de_Chacarillas#Participantes

La “constitución”, por haber sido hecha sin democracia real, sino que seguía la mentalidad enferma del dictador y luego, de sus seguidores, permite todas las formas de violaciones de los derechos que los gobiernos deseen. Desde los fraudes de quienes gobiernen y de los organismos civiles, armados y (dizque) de justicia que se les antoje. Entre los fraudes sabemos que  son aquellos donde desaparecen sumas gigantescas de dinero. Son hechos por cualquier sector del gobierno, uniformados, y encontrarán  inmunidad e impunidad permanente.  Incluso para llevar adelante políticas y actos totalmente ilegales. Basta cerrar los ojos o decir que “todo es justo, legal y democrático”… Así, por acto de magia. Es así como sucede en las democracias de nuevo estilo… “a la chilena”.

Y ha sido esta convicción, criminal y errada, de creerse impune que el gobierno actual repite y repite. Hoy es Ministro del Interior el mismo individuo que lo fue en el primer gobierno de Piñera. También el mismo que fuera nombrado Presidente de La Federación de Estudiantes de la Universidad Católica por el mismo Pinochet. Sabía bien de que en el futuro trataría quienes consideraba sus “enemigos”, como terroristas de modo crónico y, que exige eliminarlos ya sea con cárcel a repetición, con condenas de por vida y, como ocasionalmente ocurre, simplemente asesinándolos. (Esta forma sucede en Chile aunque es más evidente en Honduras, México, Guatemala… pero, como lo dijo Ana Piquer, Directora de Amnistía Internacional hace unos días en una conversación en Radio Universidad de Chile, dedicada a comentar la ausencia total de evidencia y/o de pruebas en la nueva condena a perpetua de quienes ya habían sido juzgados por tercera vez. Este patrón criminal ya existe y es un componente que se usa según les parezca necesario. Es decir, cuando acusar como “terrorista” y hay que entonces, que hay que eliminar. Los hijos de los líderes Mapuche desde su infancia son violentados en sus casas, en las comunidades y, a medida que crecen son abusados como niños. Cuando se los golpea en forma rutinaria aprenden a defenderse. Y el sistema los detiene con sus padres y los tortura. Eso lo he visto en las comunidades, golpeados y heridos hasta por un general que se jactaba de golpear a menores ante el público, con sus “valientes” puños profesionales El General Iván Bezmalinovic de la VIIIa y IXa región, que volaba en helicópteros y descendía de ellos como vengador del mundo. Hoy está en jubilación forzada -y no expulsado por fraudes y otros crímenes que cometió. Es decir, con jubilación generosa, por supuesto. He visto a los heridos con golpes y con escopetazos o balines de goma o de plomo. También con balas.  Las operaciones inmorales, tipo “Huracán” del gobierno Bachelet y de su Subsecretario del Interior Mahfud Aleuy  contra el pueblo Mapuche, del estilo USA Army, que intentó con el gobierno de Argentina, seguirán haciéndose ilegal sin pruebas. Típicos montajes que las cortes aceptan en su legitimidad. 

Tanto el Machi Celestino, como la Machi Linconao y la mayoría de los 9 otros presos fueron juzgado por tercera vez, sabiendo que no tenían pruebas ni evidencias. Se dieron cuenta que son tantas las mentiras y el rechazo que han producido, que solo condenaron a tres. Los hermanos Tralcal habían estado presos (los vi en la cárcel de Temuco) antes, mucho antes del crimen del matrimonio Luchsinger-Mackay. Pero esa es la realidad del pueblo Mapuche: el Estado chileno los considera terroristas y criminales, “sub-humanos”, como si los  Mapuches fuesen seres inferiores. Es un juicio de un Estado criminal, racista y que cree tener derechos sobre la vida de todo el pueblo Mapuche. De allí que asesinarlos, golpearlos en la infancia o en edad anciana, no les importa.

Es interesante que tanto Andrés Chadwick, como el mismo Presidente Piñera, que ya sin pruebas ni evidencias condenaron al Machi Celestino cinco años atrás  por algo sin pruebas… se impusieron “porque sí” y ahora se abre el juicio contra los mismos nueve… pero sin que nada cambiase en las evidencias, solo acusan a tres de ellos.  Incluso a uno de ellos se los condena por a cadena perpetua… PERO SIN NUEVAS PRUEBAS O CAMBIO DE LAS ANTERIORES!  Al Machi Celestino se lo mantiene por 18 años sin que nunca se le haya probado nada!.

Esto  muestra que la justicia, como tal, en Chile, es errática, injusta y no es respetable.  La Corte Interamericana de Derechos Humanas sigue denunciando el carácter injusto y racista de sus bases. 

Por ello, cuando a un condenado Mapuche lo dejen libre, como otros MAPUCHE, CON O SIN RAZON, lo seguirán arrestando y acusándolo de terrorista… sin pruebas!   Como muchos otros Mapuche será detenido en otras oportunidades… Muchos son los que se pasan la vida de encarcelamiento a encarcelamiento. Basta ser Mapuche para que en las mentes enfermas de presidentes y ministros eso sea justificable. Los hijos de los dirigentes Mapuche, desde su infancia son golpeados y detenidos. Repetidamente y, por cualquier razón, cuando ya son adolescentes, los detienen –sin pruebas, por supuesto! El caso de Héctor Llaitul y de muchos otros se repite. Van arrestando al padre y luego al hijo… y después a ambos y al nieto  e, hijo y en nieto… Mientras no tengamos una verdadera democracia y una Constitución digna, nada cambiará. Los fraudes y estafas que se repiten seguirán siendo parte de es paisito inmoral. El poder Judicial hace el juego… y permite estas detenciones de modo injusto y crónico. La ausencia de evidencias no es un problema: incluso en casos que han sido denunciados por las autoridades judiciales internacionales. La pretensión de la clase patronal y de los ricos, de creerse Blancos, europeos, superiores, es una de las lacras importantes de la sociedad chilena. Desprecio al pobre y al Mapuche. El poder tradicional es abusivo y se pretende infalible… y es capaz de lo peor. Haber usado la violencia contra el pueblo Mapuche los enorgullece y tiene como héroes a quienes lo han hecho. 

Los Machi, y su pueblo, donde quiera que estén, para los Larraín, Piñeira, Chadwick son despreciables y los “poderosos”, por su racismo se niegan a ellos mismos tener algo de dignidad: no saben lo que es respetar derechos lógicos, humanos… Los casos del Machi Celestino y de la Machi Francisca Linconao demuestran la pobreza de los argumentos de los “poderosos”. El pueblo Mapuche junto a sus machi luchan por derechos humanos fundamentales y sufren una represión inaceptable. 

Lo que sí es curioso es que tanto el ministro de Justicia Larraín, el Presidente Piñera y el Ministro del interior Andrés Chadwick, todos de conocida trayectoria ultraderechista, ante la huelga de hambre del Machi Celestino Córdova, que lleva más de 4 años con una condena inmoral, exigida por los dos primeros a pocos días del asesinato del matrimonio Luchsinger-Mackay sin pruebas ni evidencias de ningún tipo, indicaron no aceptar la petición de poder visitar su rewue “porque ellos no aceptaban negociar bajo presiones de ningún tipo”. Pero han aceptado seguir juzgando nueve personas contra quienes no encontraron pruebas. Como a otros Mapuche, han juzgado tres veces a los acusados que fueron encontrados inocentes. El Estado, fuera de juzgar en forma racista e ilegal, ha seguido culpando a personas inocentes. Chile, avergüenza sistemáticamente. 

Para que esto se termine un día tendremos que tener democracia, gobiernos con ética y sin equipos represivos como los actuales. Donde la violencia que conocemos no será permitida y los fraudes serán juzgados. Y los presidentes y ministros que lleven adelante sus guerras sucias y usen leyes criminales no serán aceptables. Debemos creer en un país digno, con una Constitución realmente democrática y no el mamarracho actual. donde magnates deciden y facilitan el saqueo de un pueblo.

Thursday, September 28, 2017




Esta nota que sigue ha sido escrita por Leonardo Boff, conocido crítico de la la situación brasileña, y que muestra como esa realidad se va dando, "evolucionando", para siempre servir a quienes debe servir

Boff, es un reconocido teólogo e incansable luchador por las ideas democráticas y que denuncian las violaciones de los derechos humanos. Es muy interesante...  casi un espejo en el que podemos mirarnos. Muchas analogías se dan con Chile... por mucho que la burguesía y mediocridad chilena pretenda ser "muy auténtica", casi primer-mundista.

Recomiendo la lean... con cuidado:

http://www.nodal.am/2017/09/brasil-estamos-ya-plena-dictadura-civil-leonardo-boff/

Lo que vivimos actualmente en Brasil no puede ni siquiera ser llamado democracia de bajísima intensidad. Si tomamos como referencia mínima de una democracia su relación con el pueblo, el portador originario del poder, ella se niega a sí misma y se muestra como una farsa.
Para las decisiones que afectan profundamente a todos, no se discutió con la sociedad civil, ni siquiera se escuchó a los movimientos sociales ni a los cuerpos de saber especializado: el salario mínimo, la legislación laboral, la previsión social, las nuevas reglas para la salud y la educación, las privatizaciones de bienes públicos fundamentales como es, por ejemplo, Electrobrás y campos importantes de petróleo del pre-sal, así como las leyes que definen la demarcación de las tierras indígenas y, lo que es un verdadero atentado a la soberanía nacional, el permiso de vender tierras amazónicas a extranjeros así como la entrega de una vasta región de la Amazonia para la explotación de variados minerales a empresas extranjeras.
Todo está siendo hecho por PEC, por decretos o por medidas provisionales propuestas por un presidente, acusado de dirigir una organización criminal y con un apoyo popular bajísimo, que no alcanza al 5%. Las propuestas han sido enviadas a un parlamento con el 40% de sus miembros acusados o sospechosos de corrupción.
¿Qué significa tal situación sino la vigencia de un Estado de excepción, o incluso más, de una verdadera dictadura civil? Un gobierno que gobierna sin el pueblo y contra el pueblo, ha abandonado el estatuto de la democracia y ha instado claramente a una dictadura civil. Es lo que estamos viviendo en este momento en Brasil. Bajo la perspectiva de quien ve la realidad política desde abajo, desde las víctimas de este nuevo tipo de violencia, el país se asemeja a un avión sin piloto en vuelo ciego. ¿Hacia dónde vamos? Nosotros no lo sabemos. Pero los golpistas lo saben: a crear las condiciones políticas para traspasar gran parte de la riqueza nacional a un pequeño grupo de empresas que, según el IPEA, no pasan del 0,05 de la población brasileña (un poco más de 70 mil multimillonarios), que constituyen las élites adineradas, insaciables y representantes de la Casa Grande, asociadas a otros grupos de poder antipueblo, especialmente a unos medios de comunicación que siempre apoyaron los golpes y no aprecian la democracia.
Dice Boff: "Transcribo un artículo de un atento observador de la realidad brasileña, que vive en el semiárido y participa de la pasión de las víctimas de una de las mayores sequías de nuestra historia: Roberto Malvezzi. Su artículo es una denuncia y una alarma: De la dictadura civil a la militar.
«Antes del golpe de 2016 sobre la mayoría del pueblo brasileño trabajador o excluido, ya comentábamos en Brasilia, en un grupo de asesores, sobre la posibilidad de una nueva dictadura en Brasil. Y nos quedaba claro que podría ser simplemente una “dictadura civil”, sin ser necesariamente militar. Sin embargo, igual que en 1964, ella podría evolucionar hacia una dictadura militar. En aquel momento muy pocos creían que el gobierno podría ser derribado.
Para mí no hay duda alguna de que estamos en plena dictadura civil. Son un grupo de 350 diputados, 60 senadores, 11 ministros del Supremo, algunas entidades empresariales y las familias dueñas de los medios de comunicación tradicionales los que han impuesto una dictadura sobre el pueblo. Las instituciones funcionan, como dicen ellos, pero contra el pueblo y sólo a favor de una reducidísima clase de privilegiados brasileños. Claro que conectados siempre con las transnacionales y los poderes económicos que dominan el mundo.
Por lo tanto, nosotros, el pueblo, hemos sido dejados fuera, excluidos). Todo es decidido por un grupo de personas que, contadas con los dedos, no deben llegar a mil en el mando, con un grupo un poco mayor participando indirectamente.
Sucede que el golpe no se cierra, no se concluye, porque la corrupción, vieja fórmula para aplicar golpes en este país, es visible hoy gracias a los medios de comunicación alternativos presentes y cada vez más poderosos. La corrupción está en todos los niveles de la sociedad brasileña, sobre todo en los hipócritas que levantan esa bandera para imponer sus intereses.
Pero la corrupción es sólo el pretexto. Según la visión de Leonardo Boff, el objetivo del golpe es reducir Brasil, que funcione sólo para 120 millones de brasileños. Los 100 millones restantes tendrán que buscar cómo sobrevivir con apaños, limosnas, participando en pandillas, y en tráfico de armas y drogas.
En este momento comienzan a aparecer señales del verdadero pensamiento de quien está en el mando: una reunión de la Masonería, un general contando lo que anda entre bastidores, los viejos medios con la opinión de “especialistas”, los nostálgicos de la antigua dictadura diciendo en los medios sociales que “quien no es corrupto no debe tener miedo de los militares”.
En fin, están planteando la posibilidad de la dictadura militar. Para el pequeño grupo que ha dado el golpe es excelente, la mejor de las salidas. Nunca fueron demócratas. No les gusta el pueblo. Incluso en esta Cámara y en este Senado pocos van a perder sus cargos o ir a la cárcel.
Lo peor de una dictadura civil o militar es siempre para el pueblo. Las nuevas generaciones no conocen la crueldad de una dictadura total. Hiela el alma el silencio de la sociedad ante las declaraciones del mencionado general».
Que Dios y el pueblo organizado nos salven.
(*) Teólogo y filósofo. Columnista del diario Jornal do Brasil.

Comentario desde la realidad chilena, como "su dictadura" se adapta sin aceptar cambiar nada...

El imperio, con Obama, mostró que es posible (y él lo hizo necesario) que exista "flexibilidad" en los golpes de Estado que se vayan imponiendo por el mundo. (La "radicalización de Trump nada cambia... ) Los bombazos criminales que se dan por todos lados -Siria, Afganistán, Irak donde la vida es aplastada sin asco- pueden ser reemplazados eficientemente con Golpes Parlamentarios (caso de Brasil y Paraguay) y hasta llamarlos simplemente civiles. Incluso golpes en los que la guerra puede ser llevada adelante (con invasiones como la de Vietnam, o las brutales como la de Chile, Argentina y las anteriores en Venezuela. Por lo demás, nada les impide "volver a cambiar": es el caso de que el imperio hoy, con sus limpiabotas y chupa-sangres, hoy piden la agresión directa, militar.

El caso de Brasil es muy particular... Si no perdemos de vista que Brasil es un gran país, bien podemos como Chile se parece mucho a este proyecto de dictadura civil... Chile, en su post-dictadura, ha tenido a las grandes fortunas y el imperio detrás, determinando cada paso y quienes se benefician. Los militares en Chile, en su represión insensata, abusiva, tanto mataron y reprimieron... y luego se mezclaron en el fraude a manos llenas. Como se hizo notorio, ahora empezaron a esconderse... a medida que muchos se enriquecían.  Buscaron esconderse detrás de un aparato estatal (al que llaman "democrático") y que funciona con un Parlamento basado en el cohecho y resultante de elecciones que no convocan sino a una 40% -la abstención es ya en las dos últimas elecciones nada menos que un 60% el que no vota).
Al mismo tiempo los ricachones como Piñera buscan ser el poder - con Luksic, Angelini, Paulmann, Matte y otros bandidos similares- y exigen represión a los "peligrosos" como el pueblo Mapuche que saben que jamás va a renunciar a la lucha por sus derechos. Las fuerzas Armadas, al exigir ser perdonados, dejados que hagan sus robos tranquilos, saben que han sido claramente identificados como causantes y el pilar de la injusticia e inequidad. Los Militares (con Carabineros, Aviación y Marina saben que se les conoce en sus intereses fundamentales. Por ello están dispuestos a jugar el juego de mantener la dictadura... con cualquier nombre que se quiera. A los Mapuche sí que quieren eliminarlos... para ello cuentan con la mentira constante del duopolio (des)informativo y de los sectores de las forestales, minera, bosques, agua y energía... que son los que les ayudan a criminalizar al mapuche y buscar eliminarlos. (También en Argentina sucede esto y el gobierno Bachelet se une al corrupto y mano-dura Macri para hacer la guerra sucia juntos).

Mirar la realidad regional es importante. Las fuerzas de los poderes fácticos están en esta misma visión: Apoderarse de todas las riquezas, compartirlas con el imperio y entre los "que lo merecen".
Las dictaduras bien pueden ser civiles... mientras funcionen. Las declaraciones de los generales es que "los dejen tranquilos y ellos garantizarán a los potenciales impertinentes (Mapuche, trabajadores, pescadores, profesores, estudiantes organizadores, estudiantes, pescadores... el que se ponga en el medio están dispuestos a barrerlos...
Piñera y muchos candidatos están dispuestos a jugar el juego... Pero ya con 44 años post dictadura criminal y dictablanda,  deberíamos leer mejor la historia reciente.

Gracias Leonardo Boff por abrir espacios de comprensión

Golpes duros, parlamentarios, blandos e incluso civiles... pero siempre golpes.




Esta nota que sigue ha sido escrita por Leonardo Boff, conocido crítico de la la situación brasileña, y que muestra como esa realidad se va dando, "evolucionando", para siempre servir a quienes debe servir

Boff, es un reconocido teólogo e incansable luchador por las ideas democráticas y que denuncian las violaciones de los derechos humanos. Es muy interesante...  casi un espejo en el que podemos mirarnos. Muchas analogías se dan con Chile... por mucho que la burguesía y mediocridad chilena pretenda ser "muy auténtica", casi primer-mundista.

Recomiendo la lean... con cuidado:

http://www.nodal.am/2017/09/brasil-estamos-ya-plena-dictadura-civil-leonardo-boff/

Lo que vivimos actualmente en Brasil no puede ni siquiera ser llamado democracia de bajísima intensidad. Si tomamos como referencia mínima de una democracia su relación con el pueblo, el portador originario del poder, ella se niega a sí misma y se muestra como una farsa.
Para las decisiones que afectan profundamente a todos, no se discutió con la sociedad civil, ni siquiera se escuchó a los movimientos sociales ni a los cuerpos de saber especializado: el salario mínimo, la legislación laboral, la previsión social, las nuevas reglas para la salud y la educación, las privatizaciones de bienes públicos fundamentales como es, por ejemplo, Electrobrás y campos importantes de petróleo del pre-sal, así como las leyes que definen la demarcación de las tierras indígenas y, lo que es un verdadero atentado a la soberanía nacional, el permiso de vender tierras amazónicas a extranjeros así como la entrega de una vasta región de la Amazonia para la explotación de variados minerales a empresas extranjeras.
Todo está siendo hecho por PEC, por decretos o por medidas provisionales propuestas por un presidente, acusado de dirigir una organización criminal y con un apoyo popular bajísimo, que no alcanza al 5%. Las propuestas han sido enviadas a un parlamento con el 40% de sus miembros acusados o sospechosos de corrupción.
¿Qué significa tal situación sino la vigencia de un Estado de excepción, o incluso más, de una verdadera dictadura civil? Un gobierno que gobierna sin el pueblo y contra el pueblo, ha abandonado el estatuto de la democracia y ha instado claramente a una dictadura civil. Es lo que estamos viviendo en este momento en Brasil. Bajo la perspectiva de quien ve la realidad política desde abajo, desde las víctimas de este nuevo tipo de violencia, el país se asemeja a un avión sin piloto en vuelo ciego. ¿Hacia dónde vamos? Nosotros no lo sabemos. Pero los golpistas lo saben: a crear las condiciones políticas para traspasar gran parte de la riqueza nacional a un pequeño grupo de empresas que, según el IPEA, no pasan del 0,05 de la población brasileña (un poco más de 70 mil multimillonarios), que constituyen las élites adineradas, insaciables y representantes de la Casa Grande, asociadas a otros grupos de poder antipueblo, especialmente a unos medios de comunicación que siempre apoyaron los golpes y no aprecian la democracia.
Dice Boff: "Transcribo un artículo de un atento observador de la realidad brasileña, que vive en el semiárido y participa de la pasión de las víctimas de una de las mayores sequías de nuestra historia: Roberto Malvezzi. Su artículo es una denuncia y una alarma: De la dictadura civil a la militar.
«Antes del golpe de 2016 sobre la mayoría del pueblo brasileño trabajador o excluido, ya comentábamos en Brasilia, en un grupo de asesores, sobre la posibilidad de una nueva dictadura en Brasil. Y nos quedaba claro que podría ser simplemente una “dictadura civil”, sin ser necesariamente militar. Sin embargo, igual que en 1964, ella podría evolucionar hacia una dictadura militar. En aquel momento muy pocos creían que el gobierno podría ser derribado.
Para mí no hay duda alguna de que estamos en plena dictadura civil. Son un grupo de 350 diputados, 60 senadores, 11 ministros del Supremo, algunas entidades empresariales y las familias dueñas de los medios de comunicación tradicionales los que han impuesto una dictadura sobre el pueblo. Las instituciones funcionan, como dicen ellos, pero contra el pueblo y sólo a favor de una reducidísima clase de privilegiados brasileños. Claro que conectados siempre con las transnacionales y los poderes económicos que dominan el mundo.
Por lo tanto, nosotros, el pueblo, hemos sido dejados fuera, excluidos). Todo es decidido por un grupo de personas que, contadas con los dedos, no deben llegar a mil en el mando, con un grupo un poco mayor participando indirectamente.
Sucede que el golpe no se cierra, no se concluye, porque la corrupción, vieja fórmula para aplicar golpes en este país, es visible hoy gracias a los medios de comunicación alternativos presentes y cada vez más poderosos. La corrupción está en todos los niveles de la sociedad brasileña, sobre todo en los hipócritas que levantan esa bandera para imponer sus intereses.
Pero la corrupción es sólo el pretexto. Según la visión de Leonardo Boff, el objetivo del golpe es reducir Brasil, que funcione sólo para 120 millones de brasileños. Los 100 millones restantes tendrán que buscar cómo sobrevivir con apaños, limosnas, participando en pandillas, y en tráfico de armas y drogas.
En este momento comienzan a aparecer señales del verdadero pensamiento de quien está en el mando: una reunión de la Masonería, un general contando lo que anda entre bastidores, los viejos medios con la opinión de “especialistas”, los nostálgicos de la antigua dictadura diciendo en los medios sociales que “quien no es corrupto no debe tener miedo de los militares”.
En fin, están planteando la posibilidad de la dictadura militar. Para el pequeño grupo que ha dado el golpe es excelente, la mejor de las salidas. Nunca fueron demócratas. No les gusta el pueblo. Incluso en esta Cámara y en este Senado pocos van a perder sus cargos o ir a la cárcel.
Lo peor de una dictadura civil o militar es siempre para el pueblo. Las nuevas generaciones no conocen la crueldad de una dictadura total. Hiela el alma el silencio de la sociedad ante las declaraciones del mencionado general».
Que Dios y el pueblo organizado nos salven.
(*) Teólogo y filósofo. Columnista del diario Jornal do Brasil.

Comentario desde la realidad chilena, como "su dictadura" se adapta sin aceptar cambiar nada...

El imperio, con Obama, mostró que es posible (y él lo hizo necesario) que exista "flexibilidad" en los golpes de Estado que se vayan imponiendo por el mundo. (La "radicalización de Trump nada cambia... ) Los bombazos criminales que se dan por todos lados -Siria, Afganistán, Irak donde la vida es aplastada sin asco- pueden ser reemplazados eficientemente con Golpes Parlamentarios (caso de Brasil y Paraguay) y hasta llamarlos simplemente civiles. Incluso golpes en los que la guerra puede ser llevada adelante (con invasiones como la de Vietnam, o las brutales como la de Chile, Argentina y las anteriores en Venezuela. Por lo demás, nada les impide "volver a cambiar": es el caso de que el imperio hoy, con sus limpiabotas y chupa-sangres, hoy piden la agresión directa, militar.

El caso de Brasil es muy particular... Si no perdemos de vista que Brasil es un gran país, bien podemos como Chile se parece mucho a este proyecto de dictadura civil... Chile, en su post-dictadura, ha tenido a las grandes fortunas y el imperio detrás, determinando cada paso y quienes se benefician. Los militares en Chile, en su represión insensata, abusiva, tanto mataron y reprimieron... y luego se mezclaron en el fraude a manos llenas. Como se hizo notorio, ahora empezaron a esconderse... a medida que muchos se enriquecían.  Buscaron esconderse detrás de un aparato estatal (al que llaman "democrático") y que funciona con un Parlamento basado en el cohecho y resultante de elecciones que no convocan sino a una 40% -la abstención es ya en las dos últimas elecciones nada menos que un 60% el que no vota).
Al mismo tiempo los ricachones como Piñera buscan ser el poder - con Luksic, Angelini, Paulmann, Matte y otros bandidos similares- y exigen represión a los "peligrosos" como el pueblo Mapuche que saben que jamás va a renunciar a la lucha por sus derechos. Las fuerzas Armadas, al exigir ser perdonados, dejados que hagan sus robos tranquilos, saben que han sido claramente identificados como causantes y el pilar de la injusticia e inequidad. Los Militares (con Carabineros, Aviación y Marina saben que se les conoce en sus intereses fundamentales. Por ello están dispuestos a jugar el juego de mantener la dictadura... con cualquier nombre que se quiera. A los Mapuche sí que quieren eliminarlos... para ello cuentan con la mentira constante del duopolio (des)informativo y de los sectores de las forestales, minera, bosques, agua y energía... que son los que les ayudan a criminalizar al mapuche y buscar eliminarlos. (También en Argentina sucede esto y el gobierno Bachelet se une al corrupto y mano-dura Macri para hacer la guerra sucia juntos).

Mirar la realidad regional es importante. Las fuerzas de los poderes fácticos están en esta misma visión: Apoderarse de todas las riquezas, compartirlas con el imperio y entre los "que lo merecen".
Las dictaduras bien pueden ser civiles... mientras funcionen. Las declaraciones de los generales es que "los dejen tranquilos y ellos garantizarán a los potenciales impertinentes (Mapuche, trabajadores, pescadores, profesores, estudiantes organizadores, estudiantes, pescadores... el que se ponga en el medio están dispuestos a barrerlos...
Piñera y muchos candidatos están dispuestos a jugar el juego... Pero ya con 44 años post dictadura criminal y dictablanda,  deberíamos leer mejor la historia reciente.

Gracias Leonardo Boff por abrir espacios de comprensión