Este es un comentario a un artículo de Martín Granovsky, del diario Página 12, de Buenos Aires: "País por país, cara por cara, voto por voto" http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-217027-2013-03-31.html
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Los derechos humanos y la exclusión social de los gobiernos (y de sus partidos), han producido un rechazo enorme a todo el sistema político chileno y ha aumentado la participación social en la lucha por sus demandas fundamentales. |
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Sigo los artículos de
Página 12, que son buenos y muestran una actitud ante el problema de los
derechos humanos mucho más clara y decidida que la vista en Chile. Leo, con
envidia, por lo que se hace en lo que se refiere a los grades crímenes de lesa
humanidad en nuestros hermanos vecinos. ¡Cómo nos hace falta algo cercano a eso!
No fue el gobierno Bachelet el que lo intentó: los derechos humanos no eran ni
son parte de la agenda de la colusión gobernante actual ni anteriores. De
seguro que no están en las de cualquiera de los probables ganadores de las
próximas elecciones.
El "fenómeno
Bachelet" es el resultado de la ansiedad de los chilenos por tener una
esperanza (me refiero a "su popularidad") y no, necesariamente, de
una claridad política. De hecho, el gobierno de Bachelet fue muy similar a los
de la Concertación: totalmente entregado al modelito pinochetista que ella
siguió (incluso hasta en la represión contra estudiantes, contra el pueblo
Mapuche, en la entrega de minas, del mar, del agua y expansión de espacios
privados... Ella fue muy apoyada por el Chile mercenario y, ahora tiene ese
apoyo que, va a ser muy importante en la elección misma ya que los candidatos
de la derecha tradicional (la Alianza) son pésimos. Además, es necesario
considerar de que el mismo modelito de lucro, fraudes económicos cometidos por
amplios sectores del poder económico de los magnates (que siguen acumulando en sus
manos (menos del 1%) más del 81% del ingreso nacional!)
Lamentablemente, la
"simpatía" y permanente sonrisa de Michele Bachelet (que no está
ausente ni siquiera en Piñera por ser una forma de venta personal política) no
logra, por ahora modificar el profundo desencanto militante, de la sociedad
civil! que rechaza sumarse a los circos electorales diseñados para que nada
cambie en la Constitución de Pinochet, aún válida y apoyada por todos los
presidentes post dictador.
Podrá ganar Bachelet... pero,
con una masa votante de menos del 40% bien poco democrática será esa "victoria". Hace unos meses, durante las elecciones municipales la abstención fue mayoritaria. De lejos. Así, "elegieron" a
"personajes" como la alcaldesa de Santiago, Carolina Toha, dizque
progresista, y que, como vocera de gobierno de Bachelet insistía que "en
Chile la ley era igual para todos"! Y eso, entre los Mapuche y los estudiantes, le hizo
ganarse un rechazo mayoritario. La participación en la elección cayó de tal modo, que sólo logró haber sido
"elegida" gracias a un sistema electoral impúdico: ganó con
un 12% del voto potencial en las elecciones recientes... ¡Bastante pírrica se
ve esa victoria y las que puedan venir!
Además, para agregar
insulto al daño... en diciembre, cuando aún era Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, la candidata Bachelet vino a Chile de
vacaciones, rechazó conversar con sectores comunitarios y de la sociedad
civil... sin embargo, tuvo una cena de amistad y negocios, nada menos que con
el Presidente de la Fundación Pinochet, el Sr. Kassi. Las cartas que le pidieron los sectores de Derechos Humanos por la violencia contra las mujeres y jóvenes estudiantes, asi como los menores Mapuche, por parte de la policía, quedaron sin respuesta. Nada que muestre compromiso humanitario... esos son silencios culpables que ya se los hacen recordar.
Esta es información (y no
comentario) que vale la pena, para el periodista y su buen diario, tenerlas en
cuenta. Y el comentario, que muchos ya se hacen, es que Chile no tiene un
sistema electoral efectivamente democrático. Tal como está ahora (definido como
binominal y basado en las definiciones ultra reaccionarias del pinochetismo)
impide cualquier forma de cambio o de esperanzas democratizantes.
Los problemas de las
violaciones de los derechos humanos y de la predilección por mantener el modelo
del dictador, ultra-liberal y enfermante, van a seguir. Solo el aumento de las
luchas de los grandes sociales del pueblo, -al margen de los partidos coludidos
entre ellos y por esta sociedad de tremenda injusticia- permitirán avanzar en
la dirección que nos indica Granovsky (y que las mayorías quisieran, por
supuesto!). La Presidenta trata de esconderse y alejarse de los partidos que la
apoyan... sabe que no han resuelto nada y que, al contrario, lo han hecho
pésimo para el pueblo... y fabulosamente bien para los sectores especulativos,
para los magnates y para la rapiña que persiste en esta franja de tierra que
han vendido sin clemencia. Las necesidades de una Asamblea Constituyente real,
no de mentiras como es la "política a la chilena" deben aclararse y
si se cumplen, podríamos ir en la buena y necesaria dirección.
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