La violencia indiscriminada,
como bien lo dice una de las últimas víctimas del represión injustificada y
brutal llevada por Carabineros en violación del derecho de expresión ciudadana,
"Enrique Eichin Zambrano (58), quien fue impactado por un balín policial
en el ojo derecho" (http://radio.uchile.cl/noticias/205210/)
no es ni espontánea ni un acto democrático ni menos legal en ningún lugar donde
exista justicia. Es l acto premeditado de un Estado y gobiernos que reprimen a
sabiendas, en forma programada y progresiva ante su incapacidad de resolver las
demandas por los derechos más fundamentales de los pueblos de Chile. En ese
sentido, debemos celebrar de que se considere a quienes promueven, justifican
programan y financian esta represión. Quien dispara es importante, debe ser
identificado, sin duda, porque establece el lazo concreto (aquí esto fue tomado
por la misma hija de la víctima cuando viene el miembro de Fuerzas Especiales
derecho hacia ellos disparando y que temporalmente determina la grave lesión de
su padre. La carta al director de ayer de su esposa es notable… aunque el
silencio oficial la trate como “otra más” de
los cómplices delincuentes y terroristas, al decir del Ministro del Interior,
el nunca democrático, Andrés Chadwick.
Pero... no nos olvidemos que
la memoria histórica es importante. Especialmente con un Estado como el chileno
que miente y justifica todo como medidas democráticas que no resisten análisis
alguno. Quiero recordar solo unos hechos, de hace poco más de un año. Como
mimbro de la Comisión Ética Contra la Tortura, viajé a Aysén en marzo del 2012,
en el momento de la crisis, con el abogado Kent Spriggs, de EEUU, Observador de
Derechos Humanos en diversos lados del mundo. Pudimos observar la brutalidad que allí había sido desencadenada por la
invasión-ocupación hecha por Fuerzas de carabineros, aerotransportadas para
ejercer la represión. Fueron a eso y a nada más. Nada, absolutamente nada
fue corregido ni resuelto. Nada.
Observé directamente a
heridos de diversas edades y los conversé con el oftalmólogo tratante.
Ya teníamos la información
de Teófilo Haro, quien fuera agredido directamente, con testigos y a quien se
le disparó directamente al rostro en el sector del Puente Ibáñez, en Aysén.
Perdió su ojo y no fue el único. Y hubo cinco personas con lesiones oculares graves
por los disparos de fusiles anti-motines o bombas lacrimógenas disparadas
directamente al rostro. De nuestra observación directa:
* M.N.CH. paciente menor entrevistado junto a un oftalmólogo.
El 15 de marzo sufrió una
contusión ocular severa por el impacto directo de una bomba lacrimógena lanzada
por Fuerzas Especiales de Carabineros, lo que le produjo una pérdida inicial de
su visión completa con hemorragia retiniana, vítrea y en cámara anterior. Al
momento de la visita, persistía el proceso inflamatorio
del humor vítreo y una
pérdida de visión del 90% (Visión 20/200).
* Mariana Francisca Vera Fierro,
49 años, profesora de educación media, viuda, 2 hijos, quien el 20
de marzo recibe un impacto disparado directo de una bomba lacrimógena y que le hizo perder la visión de su ojo
derecho. Como muchos de los heridos, ella fue atendida en una clínica
improvisada por la ocupación de la entrada de Carabineros del Servicio de
Urgencia desde donde detenían a los heridos y eran llevados a la comisarías
para ser amedrentados y golpeados hasta que firmaran documentos declarando
"que se habían caído"...
(http://www.contralatortura.cl/
: " LA TORTURA ES EL MIEDO A LAS IDEAS DE LOS OTROS Informe de Derechos
Humanos 2012" páginas 244-247)
Bueno esta nota refleja lo que sucede en forma rutinaria. He visto docenas de niños y jóvenes Mapuche que sufren heridas similares (También a Ramón Llanquileo, condenado Mapuche por una justicia inmoral, quien recibió a la edad de 16 años un balín en un ojo disparado por Carabineros, el que le dejó su visión seriamente afectada. El diario El Mercurio lo describía recientemente, con sorna, como "el ojo de gato". (¡Vaya su calidad profesional ética!) Nunca se le dio la atención necesaria y, luego de una de sus repetidas huelgas de hambre se estaba por obtener su atención mediante la participación de la CECT y del Departamento de DH' del Colegio Médico... 13 años más tarde.
Todas estas agresiones han
sido el resultado de una represión deliberada, ordenada desde arriba y
justificada con la arrogancia y expresiones de furia de los propios ministros
del Interior y de generales de carabineros. Juzgadas por una farsa de
"Justicia militar", confirmamos que todos los casos han sido o sobreseídos o sus
culpables liberados ya que jamás esa justicia ha hecho honor a su nombre de justicia
sino que ha mostrado su colusión militar, represiva.
También en marzo 2012, en
Santiago, durante una represión nocturna cercana a la Pileta de la Iglesia de
San Francisco, el ciudadano canadiense, profesor y sociólogo Bill Freemann,
mientras esperaba sentado al borde a su esposa con quienes paseaban por el
sector como turistas, fue golpeado con un bastón policial de servicio por un
GOPE. Quedó inconsciente por más de 40 minutos, sangrando por una laceración
grave del cuero cabelludo y tuvo que iniciar un calvario de varios servicios de
salud. Jamás Carabineros fue amonestado o el Gobierno chileno intentó el menor
gesto de responsabilidad.
Sobre todos estos actos
criminales, nuevamente: programados en su violencia e intención, jamás hemos
visto ni disculpas, ni justicia, ni reparación. Jamás. Ni en este gobierno ni
en ninguno de los gobiernos que siguieron a la dictadura. En ninguno.
Aprendieron bien con la dictadura que los inspira y controla con sus leyes y
sus fuerzas entrenadas al estilo Pinochet. La formación represiva y
anti-democrática persiste y el gobierno la justifica. La CECT y otros
organismos de Derechos Humanos se lo hemos hecho saber al gobierno y, fuera de
frases engañosas y falsas, jamás han corregido nada ni respetado los convenios
internacionales respectivos.
Mirando la realidad actual,
no podemos dejar de ver que las elecciones, con las que se pretende repetir
esta anomalía inmoral y que son rechazadas por totalmente ineficaces, debemos
mirarlas críticamente. La querella, como lo hace el arquitecto Enrique Eichin,
dirigiéndola donde está el mal verdadero) debe ser apoyada por todos los
sectores del país… si creemos en la justicia. Por otro lado, mientras nos dejen
tener ojos, voz y oídos, debemos también denunciar la complicidad organizada con
un sistema anti-democrático que nada cambiará. Los gobiernos anteriores
hicieron lo mismo. El de la ex-presidenta Bachelet, que a los mapuche los llamó
siempre delincuentes... fue un ejemplo confirmatorio. El pueblo chileno, los
Mapuche, los estudiantes saben, sabemos, que un Chile democrático es posible.
Juntos y con leyes honradas.
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