Monday, May 14, 2012

Un “gurú”, con agenda propia, trata de subirse de nuevo al pedestal y nada dice.


En el momento electorero no debemos olvidar: 

Recordar y pensar: no tanto aplaudir ni votar por las mismas caras del circo histórico. 

Es necesario luchar por los derechos humanos para avanzar.

Comentario a artículo “El síndrome de Estocolmo” de Tomás Jocelyn-Holt . http://www.elmostrador.cl/opinion/2012/05/14/el-sindrome-del-prisionero/comment-page-1/

La nota, partiendo con el título, ya es un error y un insulto a los miles que fueron torturados, desparecidos, en este país donde los crímenes de lesa humanidad eran ignorados. No enseña nada. .. aunque Chile va aprendiendo y saca una valentía que siempre los politiqueros trataron de abortar. Trata el autor de mostrar las limitaciones del presente pero, como aquellos a los que trata de denunciar, no ofrece salidas y se queda en la generalidad... por no decir nada de sus recientes esfuerzos de cambiar de piel y de colores para caer, si es posible, nuevamente de pie.

1. Menciona los males de la sociedad chilena pero no denuncia el contexto determinante y acepta de forma oportunista,  las colusiones. Una nota de puro chisme. No hay nada nuevo. Es decir,  mucha farándula pero nada que desenmascare al gobierno, a la Concertación y sus tantos gobiernos dicta-blandos ni a los alpinistas de los chorros electoreros (los que funcionan en torno a las elecciones siempre binomalizadas y anti-democráticas), o a los grupos políticos escondidos que toman algunos temas y tratan de esconderse en las luchas por los derechos fundamentales. Los mismos derechos por los que cuando ellos mismos estaban en posición de hacer algo (o por lo menos denunciarlos...) Y no lo hacían porque preferían "sobrevivir ellos". Los ministros de educación, de los que hay muchos y muy notorios –que fueron ministros de educación y hasta presidente y candidatos a lo mismo- nada hicieron cuando podían. Ni siquiera educar para el cambio pero ahora rasgan vestiduras.  No es posible quedarse en las generalidades. Y en eso, el articulista habla a las montañas peladas y no responde a la enorme masa que denuncia a partidos y "dizque dirigentes emblemáticos" que los han cansado y ahora quieren "echar a andar". La sumisión a un sistema económico-social, apoyado por una Constitución inmoral (que no denuncian) y la represión es culpa de todos ellos. No hicieron nada por quebrar el aparato, ni siquiera educar políticamente al país. Tuvieron más de 20 años y quieren más.

2. El Síndrome de Estocolmo, no es lo que dice el autor: "que todos los torturados se enamoran de sus torturadores". Es una patología inducida y no es, ni de lejos un proceso que afecta a todos los que fueron torturados. Plantearlo en esos términos es ignorante y un insulto. El autor debe saber más sobre el asunto por que todos, en un país donde se ha torturado impunemente, lo sabe. Está preso de frases efectistas y de mala calidad, Práctica  la ofensa y el desprecio a quienes la sufrieron. Los mantiene excluidos... como se ha hecho por décadas. Mala onda.

3. Las luchas por las demandas de los derechos fundamentales son el camino que pueda quebrar este esquema y de allí saldrán los nuevos dirigentes y las organizaciones. Seguir haciendo gárgaras con los mismos "emblemáticos" de la colusión histórica nada cambia. La energía y agitación electoralista es un circo inefectivo. Nada dice de la búsqueda de una Asamblea Constituyente que es una obligatoriedad si queremos salir de esta cronicidad electoralista que nos dejó el dictador y que nada permite en lo que a cambios se refiere. No sirve una nueva Constitución de farándula. Se trata de una hecha POR PRIMERA VEZ EN LA HISTORIA DEL PAIS CON PARTICIPACION DE LA POBLACION y no por un parlamento de marras que nada resuelve, por mucho que existan algunos pocos parlamentarios que tratan... pero que se ahogan en el desierto de la mediocridad economicista,  dispuesta al chamullo personal y, siempre, a un funcionamiento social protegido por la represiva permanente. La Constitución es trabajo paralelo a las luchas por los derechos fundamentales, donde la sociedad civil aprende a volver a ser eficiente, a pensar. Una Constitución en la que la democracia será de nuevo tipo: no hay candidatos electos que puedan hacer lo que se les antoje sino que obedezcan a quienes los eligen y, de no hacerlo... ¡Fuera y ya, ahora!  Y sin pensiones suculentas, de por vida. Saldrán, como cualquier marginado por la sociedad del lucro, a buscar trabajo, si saben hacer algo... Sí, como todo el mundo. No va a ser esta elección de marionetas la que resolverá el problema:  es un drama que debemos denunciar. La Concertación no debe ser olvidada... No porque el gobierno actual sea obviamente incapaz y estos traten de mostrar sus caras rozagantes pero cargadas de la misma incapacidad de los actuales. Piñera llegó al poder por la incapacidad, inmoralidades y contubernio represivo de la Concertación que llevaron a que se diera un voto de castigo. Piñera y sus pajarracos del lucro o cualquier  "concertado" son despreciados por la sociedad civil. Billonarios de pacotilla, mediocres en lo social y sin una visión de futuro fraternal, sostenible. La historia de Chile no se debe repetir.

José Venturelli, Vocero secretariado exterior de la Comisión Ética Contra la Tortura

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