UNICEF responde a las expectativas del Pueblo Mapuche:
investigar el Estado de la represión institucional contra sus niños en el
camino de su protección irrenunciable.
Esta es una decisión importante porque también establece un puente directo entre los derechos de todos los
niños en Chile, especialmente en este momento de los niños Mapuche en particular, y UNICEF, la agencia mundial de Naciones Unidas. Ya no se tratará de que UNICEF (o cualquier agencia de la ONU) establezca "los programas que
el gobierna permita" sino aquellos que se necesitan en esta
parte del mundo. Especialmente aquellos relacionados con los más postergados y
violentados: los derechos de los menores y de adolescentes Mapuche. El término de
la huelga de hambre en UNICEF, primero, y ahora de la ocupación de los locales de UNICEF por lo comuneros Mapuche nos pone a todos
como testigos y garantía.
Las presiones históricas, hechas por los
gobiernos post dictadura -TODOS- fueron de intimidar a UNICEF y forzarlos a
aceptar, como hace el matón del barrio, la "sugerencia apremiante” del gobierno de pedir el desalojo de
las tomas. Y el silencio que se les impone ante las violaciones de derechos a nivel local. Eso es intimidarlos para "no meterse" en los asuntos
políticos, especialmente aquellos en los que el Estado de Chile actuaba
en forma inaceptable: exclusión de los niños, violencia institucional, tortura
de ellos y de sus padres en frente de los menores, mantener las
peores condiciones escolares, usar los equipos de Fuerzas Especiales en los
caminos para acosarlos y abusarlos, un sistema de salud que, cuando los mismos
niños son heridos, los padres no se atreven a llevarlos a los
servicios de salud porque Carabineros, que hace guardia allí, los detiene, los
vigila cuando son atendidos y controlaba de que no fueran acusados por los
heridos o los padres. Los niños Mapuche no deben, nunca más, recibir el trato de "enemigos de Chile" que les impone el Estado. Es bueno que Naciones Unidas entre, junto a los pueblos de Chile, a este complot a favor de los derechos humanos.
La inseguridad de los heridos y la agresiva actitud de la represión para con los mismos fue la razón para que la familia de Leonardo Quijón, menor que en el 2009 recibió un escopetazo de carabineros, a quemarropa, de 176 perdigones en su pierna y que lo llevaron, a escondidas, hasta Santiago. Hoy, con un alto grado de incapacidad física, lo siguen acosando, deteniéndolo. La presencia de Carabineros, de los mismos que han
reprimido a los menores, como sucede con los estudiantes en las comisarías de
Santiago y que amenazan a los heridos, es una franca violación de derechos
fundamentales. El Ministerio de Salud lo permite porque su espectro es también, como parte y pedazo del gobierno, que los
chilenos obedezcan a todo precio… y no el asegurar el pleno derecho de una
atención de calidad para todos.
El paso que ha dado UNICEF es muy
importante: Se pone al lado de los derechos de los niños por encima de
conveniencias o comodidades, en realidad, el chantaje que los gobiernos y represores de turno, hacen
a todos los organismos internacionales, especialmente a UNICEF.
Pero es una tarea de todos:
· UNICEF debe ser apoyada por las fuerzas democráticas y de Derechos
Humanos, así como por los mismos afectados. Debemos asegurarnos de que en en este país, como lo indica el Convenio Contra la Tortura, “Nadie será sujeto
a tortura o a cualquier otro tratamiento degradante, inhumano o castigo” como
es el caso de lo que sucede en este país de desigualdades, autoritarismo y de
inequidad (http://www2.ohchr.org/spanish/law/cat.htm
)
· Por su parte UNICEF debe ser un defensor permanente de los
derechos de protección de la infancia y adolescencia de todos los niños de
Chile. Sobre todo de los que están en peores condiciones sociales, económicas y
sicológicas, por mantenérseles en una guerra sucia y en un sistema de Apartheid
que determina que ellos son los que viven en peores condiciones de todo el
territorio. Son los niños a los que se les destruyen su futuro y sus sueños
de expresión como pueblo. Y esto debe terminar.
Estas son las llamadas alianzas de mutua conveniencia "donde
todos ganan"... o casi todos… porque con esto la represión perderá espacio. El Estado se ve, cada vez más, obligado por la opinión nacional y, ahora, también internacional, a implementar los protocolos de protección a
la infancia así como aquellos contra la Tortura, y los que exigen respeto a los
pueblos indígenas (Convenio 169 de la OIT), de protección a la mujer y a los
derechos de expresión y de libre protesta por sus derechos. Ahora somos todos
los que debemos imponerle al Estado este respeto fundamental. Y, para ello,
también debemos terminar con una Constitución dictatorial que lo ha permitido y
que el gobierno, en forma arrogante y pretenciosa mantiene la represión vigente y única respuesta: "ni derechos ni desobedientes".
La violencia del Estado no consigue paz ni respeto de los derechos fundamentales:
Las huelgas de hambre, la desobediencia civil, la lucha creciente por tierras y respeto como pueblo, como lo establecen Naciones Unidas y cada pueblo, sigue adelante.
Un ejemplo de que la niñez lucha contra
los atropellos son los jóvenes Mapuche que han sido violentados, torturados,
perseguidos y que han presenciado los abusos contra sus comunidades y familias.
Los jóvenes Huenchullan, los Cariqueo, Cadin Calfunao, Montoya, y muchos,
muchos más, como los Queipul, Llaitul, Llanquileo, Huenuche, Huillical,
Levinao, Levipan, Quijón. Las muchachas golpeadas y vejadas en las escuelas de la Araucanía son nuevas luchadoras. También el joven Werken (vocero) Mijael Carbone. Este último, recientemente, ha establecido
la desobediencia civil a un sistema inmoral de justicia que lo ha condenado
injustamente y que ahora, este mismo Estado, amenaza de que le va “a pegar un
tiro” (como lo han dicho las Fuerzas Especiales en los asaltos a Temucuicui en
esta cacería demencial que han lanzado en su contra) Esto es llevar adelante un
crimen premeditado y de lesa humanidad. Demeos todos decir: ¡No a la ley de fuga que amenaza usar el Estado!
La decisión de establecer una cooperación
entre el pueblo Mapuche y UNICEF es algo bienvenido. Todos debemos ser garantes
de ello. Los pueblos de Chile, unidos, deberán aportar una nueva Constitución que promueva la
libertad, la justicia y los derechos de todos. Y muy pronto… porque los derechos
no son solo promesas: deben ser realidades permanentes, en forma urgente.
[Nota: Buscando un dato en internet, hoy, encuentro que en Los angeles, California EEUU, hay un blog que denuncia lo que sucede en Chile. Vale la pena verlo: http://www.losangelespress.org/jovenes-mapuche-acosados-con-juicios-pese-a-inocencia/ Las noticias las lleva el viento y la solidaridad crece]
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