Wednesday, July 4, 2012

La diferencia de trato a los crímenes de lesa humanidad entre Chile y Argentina: no es menor.

Los niños y recién nacidos como los crímenes en la Escuela de Mecánica de la Armada en Argentina, o los casos en Chile de los 119 desparecidos y los crímenes hechos por la Armada en la Esmeralda, "su buque insignia", han sido tratados en formas diametralmente opuestas.


Una diferencia importante en las "salidas" de las dictaduras chilena y argentina ha sido que si bien en Argentina la matanza fue más severa en números, en Chile sigue existiendo total resistencia a abrir los casos emblemáticos. La noticia detallada en Radio Universidad de Chile vale la pena ponerla en el contexto comparativo de Chile y Argentina (Ver: http://radio.uchile.cl/noticias/159919/ )  La Corte Suprema de Chile, que actualmente preside el Ministro Ballesteros, conocido por  haber sistemáticamente favorecido a los acusados de las fuerzas armadas y de policía en sus crímenes de lesa humanidad  y por haber  aceptado participar "con gusto" en los vergonzosos y mortales circos romanos de las cortes marciales que ordenara directamente Pinochet. Ballestero favoreció el sobreseimiento, las penas remitidas,el que muchos juicios nunca ocurriesen. Esto era sabido por todos los que votaron por él como Presidente de la Corte, incluyendo los (dizque) "miembros progresistas de esta Corte" (no tan Suprema). Esto era de mal augurio y se ha comprobado por las decisiones que seguimos viendo que favorecen a los poderosos y golpean a las victimas. Por ejemplo, rechazar anulaciones de juicios inmorales y basados en montajes, testigos protegidos y "confesiones" obtenidas bajo tortura como son los casos Mapuche. O impedir la aplicación de recursos de protección que prohíben la represión a comunidades, como son los casos que afectan al pueblo, mujeres y niños mapuche que vemos golpeados en vídeos en todo el país y en las cortes .  O los casos de las mega-empresas mineras y en Patagonia.

La Corte Suprema Argentina tiene una posición responsable y muy diferente de la chilena en lo que a la defensa de los derechos humanos fundamentales y los procesos socio-económicos que deben facilitar su respeto. Ver: sitio de Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de Argentina: http://www.cels.org.ar/  (Y en este mismo blog la referencia: http://derechoshumanosyjusticiaparatodos.blogspot.ca/2012/05/justicia-las-cortes-y-los-derechos.html )

Los casos simbólicos, como el de los niños desaparecidos en Argentina o los de la Escuela de Mecánica de la Armada, o los 119 asesinados de Chile y los crímenes ocurridos en la Esmeralda, nos  diferencian también porque Argentina no ha dejado de insistir en hacerlo, en buscar y condenarlos por su carácter  de lesa humanidad.  Sin embargo,  los jueces y gobiernos de Chile han evitado que se sepa nada y han incluso, como es el caso vergonzoso del Gobierno, Parlamento y Poder Judicial del Presidente Ricardo Lagos, legislado para esconder por 50 años los casos de este tipo de crímenes. Colusión que fue mantenida por Bachelet y Piñera que ni los miran ni los tocan.  

Sin querer pretender que al lado este de la cordillera todo sea perfecto, vale la pena mirar a nuestros vecinos para confirmar que la clase gobernante y poderosa de Chile, no ha cambiado mucho. Sólo pretende ser lo que no es ni quiere ser: realmente democrática. Si ni siquiera se han hecho memoriales tan importantes como el de los Hornos de Lonquén donde se ha inmolado a modestos campesinos mientras sus asesinos son protegidos, ignorados o, cuando conocidos, han seguido subiendo en rango y poder.

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