Saturday, June 30, 2012

Continúa el abuso contra los presos políticos Mapuche en el sistema carcelario.

El sistema penal-carcelario agrega insulto e injuria al daño de las injusticias impuestas por juicios que violan el debido derecho y el proceso de justicia.

No hay duda que las condiciones carcelarias de los presos políticos mapuche –ppm’s- son pésimas.  Todo es injusticia y funciona bajo un sistema administrativo permitido por una Constitución ilegitima. Quienes la aplican siguen acostumbrados “a que se les obedezca” o, de lo contrario, se castiga. Pinochet re-editado post-mortem. Situaciones similares a las de los “casos bombas”, cuyos juicios revelaron los mismos patrones de inmoralidad y de manipulación por parte del Ministerio Público, por el mismo Ministro del interior y por sus fiscales fundamentalistas y mentirosos.  Es el Estado de injusticia permanente por mucho que tengan las frases, los edificios y la fuerza impositiva: pero la razón y la legitimidad no están en venta, ciudadanos.
Condiciones francamente inhumanas. He tenido la oportunidad de verlas en detalle en mis repetidas visitas a estos presos. Las condiciones físicas son deplorables. He visto como colocan a 3 y 4 personas en un espacio de 5 metros cuadrados, con ventanas rotas, sin recursos higiénicos ni mínimamente decentes,  sin agua caliente ni acceso a las actividades humanizantes que los convenios mundiales exigen.  Quedan encerrados tres presos, o cuatro, en un camarote de tres “literas”, una sobre otra y en las cuales no logra sentarse una persona. Agréguenle a ese espacio una cuarta persona en un camastro de campaña en el espacio lateral y enciérrelos desde las 3,30 pm hasta las 9:30h del día siguiente.  Sumen el constante asedio y las actitudes denigrantes, fuera de la prohibición de mantenerse informados, de poder usar un ordenador para escribir, estudiar y mantenerse humanos.  Persisten las vejaciones a las familias y las condiciones que el gobierno Pinera prometió, al fin de la huelga de hambre histórica, en nada han cambiado. Impedirles que los presos políticos puedan estar juntos, en lo que se llama el Modulo  Mapuche es otra violación a esos acuerdos. Sádica.  Impiden así que se exprese la solidaridad fundamental y que debe ser inviolable, entre los mismos miembros del pueblo Mapuche. Esta debe ser inviolable, independiente de las acusaciones que el Estado y su equipo represivo pueda inventar. Sabemos que las acusaciones al mapuche siempre se criminalizan. Lo hacen los presidentes y lo hace carabineros. Es norma nacional. Mantener la solidaridad entre Mapuche, lo aprendemos, debe ser también una norma nacional. Jamás permitir que se los aísle. Jamás.   
No hay duda que las condiciones carcelarias de los ppm's son pésimas, inhumanas y hay que luchar por denunciarlo. Se debe exigir condiciones de "encarcelamiento humanas" y de acuerdo con las obligaciones que el Estado debería  cumplir. Son condiciones peores que las de los presos comunes, me refiero a los de la cárcel de San Miguel donde murieron 81 detenido, gracias a un sistema que “sin querer queriendo” los dejara morir en el hacinamiento y el desprecio social. Chile ha firmado esos y otros tratados. Sin embargo, ni para los presos políticos ni para los delincuentes comunes estas normas son respetadas.  Pero en el caso de los presos condenados por crímenes de lesa humanidad, (es decir, menos del 15% de los criminales de la dictadura que deberían de haber sido procesados), esos viven en condiciones de prisiones que son jaulas de oro. La mayoría de ese tipo de delincuentes vive en sus casas dado que sus juicios terminan en sobreseimiento o en condenas remitidas, con formalidades ridículas que "los obligan" a firmar una vez al mes o ni siquiera eso. Y, por ultimo, están los Presos Aristocráticos: ellos pueden permitirse, incluso, organizar homenajes al dictador o a otro criminal como ellos (el deplorable caso del Brigadier General Miguel Krassnoff)  Y, para cerrar el circulo de la ignominia, la Corte de Apelaciones, fiel a su tradición  de anuencia con la represión, les da el apoyo de legitimidad que insulta a las victimas y al país entero.

Se hace mofa de las leyes y de la legitimidad de la necesidad de Justicia para con los criminales de lesa humanidad, y en gravísimo contraste con el de los presos políticos mapuche o no mapuche.  El Estado y Poder establecido chileno continuaron con sus ascensos militares hasta el nivel de General. Esos grados requieren de la autorización del Presidente (o Presidenta) y de otros poderes del Estado. Alfonso Podlech no tuvo problemas en decirlo al aterrizar en Pudahuel al regresar a Chile, luego del "Perdonazo" que recibió (no sabemos si por intervenciones divinas entre el Gobierno chileno y el ex-Primer Ministro Berlusconi, cuando el Presidente Piñera lo visitara poco tiempo antes de su inexplicable sobreseimiento (liberación y retorno a Chile)  Podlech, mientras era procesado por crímenes de lesa humanidad,  según lo dice él mismo en el aeropuerto al regresar, recibió nada menos que el grado de General. Lo atribuye a un acto milagroso  y al que quiere valorar como una forma de justicia... No hay duda del milagro porque nadie que sabía de su caso lo esperaba: las evidencias eran muy pesadas. Fuera de cárceles de oro, salen premiados por el Estado y Gobierno de Chile. Dice Podlech en junio 2011, ya general: "Realmente siento una inmensa alegría. Doy gracias a Dios y al Espíritu Santo porque realmente me dio salud, que es lo más importante", fueron parte de sus primeras palabras, y agregó: "En estos tres años no tuve ni siquiera un resfrío, Dios me dio fuerza, resistencia, coraje. Yo, que siendo subteniente de reserva entré al Ejército y me nombraron mayor, ahora en la cárcel ascendí a general, por el aprecio que me tenían".  ¡No hay dudas que es un verdadero milagro!

En el caso de abusos repetidos contra los presos políticos en las prisiones debemos considerar que es también responsabilidad del colectivo de Derechos Humanos y de los abogados democráticos, insistir en el respeto de dichos derechos. Extraerles sangre para exámenes de ADN no tiene base alguna y se enmarca en el simple abuso que viene dándose desde la misma dictadura. Si el preso se niega, se los hacen por la fuerza y/o se le niegan los magros beneficios carcelarios de los perseguidos políticos. Sucedió con los presos de los casos bombas que fueron torturados para extraérselos y que fueron mantenidos 8 meses en regímenes de 23 horas diarias en la oscuridad forzada… Presos acusados como terroristas, criminales, aun sin juicio, son amenazados con condenas a perpetuidad son un patrón del sistema chileno.. Las maquinarias de “formación de represores” (tipo Escuela de las Américas o las que se hacen ahora –en Chile, en Con-Con- u otras, dirigidas a reprimir a la sociedad civil, continúan en pie y son justificadas por el Estado. El Informe 2011 de la OMCT y la Federación Internacional de Derechos Humanos - FIDH, “La perseverancia del testimonio”, nos lo muestran con claridad. Los Observadores de Derechos Humanos que visitan a presos políticos son acosados e intimidados a pesar de que el gobierno insista en que no sucede. Lo he visto personalmente en Temuco, en Angol, en Santiago y Chol-Chol.

Organizaciones como  CECT, el INDH y CODEPU (así como otros grupos de DDHH's, abogados, la Defensoría Penal Nacional y la Mapuche, y  Parlamentarios y personalidades deben exigir condiciones aceptables de vida para los presos políticos mapuche. He visitado esas cárcel en muchas ocasiones y confirmo sin restricciones las expresiones de los ppm's. FUERTE ENFRENTAMIENTO ENTRE PRESOS POLITICOS MAPUCHE Y GENDARMERIA DE CHILE EN ANGOL Gendarmería deja a nuevos comuneros detenidos del Lof Chekenco en módulo de presos comunes.

Es siempre tiempo para exigir evidencias para detenciones racistas y políticas por inadmisibles en un sistema normal de justicia.  Pero Chile no tiene ese sistema: los seis detenidos adicionales en Angol en estos últimos dos meses sufren montajes. Obviamente el Ministerio Público y el gobierno, que no tienen respeto por las normas legales y legítimas de procesamiento judicial y de Gendarmería, están volviendo a aumentar el número de presos políticos mapuche. En el 2009 había 114 presos políticos mapuche. Una vez hechos los juicios de Cañete y de Temuco, se llegó a una cantidad en torno a los 10 a 15 presos. Pero como persiste el enfoque de la "puerta giratoria" que hacen funcionar incluso sin uso de la Ley Anti-Terrorista, estos números están aumentando. Y no se usa el Convenio 169 de la OIT que debe ser obligatorio.

Hace tres años, cuando Chile fue llamado a justificar el maltrato y la represión contra el pueblo Mapuche en la reunión de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra quedó claro que la represión existía. En el 2013 "Chile" debe mostrar sus avances en justicia… pero lo que vemos, los “casos bombas”, el trato al Mapuche, a estudiantes, a comuneros de Caimanes, en Aysén, no lo permitirán

El informe de Naciones Unidas, LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS PRISIONES (Guía para el instructor en derechos humanos para funcionarios de prisiones) que fue publicado en  2005 no ha pasado por las oficinas de Gendarmería como documento clave formativo para su personal, ni menos bajo los ojos presidenciales o de los Ministerios Público y del Interior. Los pueblos de Chile lo saben y la falsa transparencia que el Estado y Gobierno pretenden tener, lleva a que la indignación por la violación de estos derechos aumente. 

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