Thursday, July 19, 2012

Dios los cría y el diablo los junta (para honrar a quienes violan los derechos humanos, o los que eran de la Junta o comulgaban con ella)…


 Comentario ante noticia de apoyo a Juez Pfeiffer para ser miembro de la Corte Suprema. 

Artículo original en El Mostrador: http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2012/07/18/suprema-asegura-al-juez-pfeiffer-cupo-permanente-en-todas-las-quinas-para-postular-al-maximo-tribunal/

No es una sorpresa que la Corte Suprema se refuerce con sus militantes más endurecidos de la ultra-derecha. El Juez Pfeiffer tiene antecedentes, incluso, de racista. Y no sólo a nivel nacional, sino en el campo internacional, al negar la realidad de los crímenes nazis contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. Hace poco se confirmó, por mayoría, de los no tan democráticos ministros de la Corte (que con más frecuencia aplican su justicia de clase (aristocrática y conservadora) a un nuevo presidente de la Corte. El Ministro Ballesteros, que no se ha destacado por respetar los derechos humanos y que, como Pfeiffer, siempre se ha inclinado del lado de la impunidad y del encubrimiento de los crímenes de lesa humanidad.  La historia no es un acto de costumbre sino para quienes están beneficiándose: los pueblos barren las estructuras injustas y mercenarias… Pero de eso estos jueces no parecen darse cuenta.


El poder judicial refleja la misma tendencia que le dejó designada la dictadura. Las luchas actuales de la sociedad civil chilena, por sus derechos fundamentales, han reconocido que "no hay ley pareja" y que en Chile "la ley" tiene el sesgo de quienes las dictaron y de los que se benefician con ellas. Quienes las defienden se auto-definen y, para ello, no dudan en hacerlo con la fuerza, que es su lema histórico del abuso y despojo de la equidad.



Foto personal. Estos son los restos, que se esconden para que nada se sepa, del Campo de Concentración de Chacabuco. Allí se encerró y asesinó sin que los poderes judiciales de entonces y de hoy se inquietasen/inquieten mucho. A través de Chile los crímenes, con la anuencia de "la Justicia" heredada de la dictadura, siguen incógnitos, sin justicia ni reperación. Muy pocos se conocen... Es ese silencio el que permite que se siga estimulando la idea pretenciosa de que vivimos en un país donde impera la justicia...



Pero, a casi cuarenta años del Golpe de Estado -ilegal y mortífero- y de que se dijera que “se abrirán las alamedas por donde transitarán los hombres nuevos” podemos decir que no quedan dudas que "No habrá olvido" y de que sí tendremos justicia verdadera y equidad. Así será, por mucho que los jueces del Jurásico pretendan hacerse los sordos.

Dr. José Venturelli, Portavoz de la CECT-Secretariado Europeo

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