Friday, August 1, 2014

Las apremios del Ministro de Justicia: los presos en huelga de hambre, el fallo de la corte interamericana de derechos humanos requieren solución inmediata.

Las declaraciones del ministro de justicia son indefendibles. Ahora que hay que quitarle beneficios a los criminales de lesa humanidad y liberar a quienes fueron condenados en forma inmoral, Juan Antonio Gómez declara no tener apuro (Ver: http://radio.uchile.cl/2014/07/29/ministro-gomez-no-hay-plazos-comprometidos-para-cierre-de-punta-peuco )  El Ministro de Justicia debe tomarse más en serio.

Es fácil para el ministro de Justicia, Juan Antonio Gómez, indicar que "no hay que apurarse". Como él no parece conocer las condiciones de los presos Mapuche... Y, si conoce algunas de las cárceles (estuvo en Temuco conversando con los huelguista de hambre...) no parece ser sensible al problema.
No cumplió su compromiso de revisar los juicios de los jóvenes Mapuche, ni de trasladarlos a Victoria, a un Centro de Estudio y Trabajo Rural. Ese "olvido", o simplemente, la falta de respeto para los jóvenes que han sido condenados sin evidencia y con uso efectivo (aunque digan sin usarla con su nombre) de la Ley Anti-Terrorista (LAT) no le preocupa. En el sistema chileno, con la cultura del poder y la maldita Constitución que lo permite y "legaliza" (aunque jamás pueda legitimarlo) parece normal para un ministro no identificar los sesgos racistas, clasistas y, sobre todo, políticos, que el Estado, mediante sus ministros, puede imponer y salir indemne de esas torpezas premeditadas.

Sin embargo, este ministro del viejo estilo, tiene que "ponerse las pilas": se le viene un vendaval, que el pueblo Mapuche, los presos políticos, el pueblo, la sociedad y los organismos de derechos humanos no van pararlo para proteger su impunidad inmerecida.

El fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIADH) es muy claro: deben eliminar las condenas hechas con la LAT y usando testigos protegidos. El grupo de los juicios de Cañete (los dirigentes de la CAM: Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical, José Huenuche y Héctor Llaitul) deben ser, según el fallo, liberados por las múltiples razones que dicha Corte menciona. Y debe ser rápido porque llevan años presos, humillados, negándoles derechos penales como sí fueran inhumanos. Viviendo en condiciones inhumanas. No olvide que las decisiones repetidas de las Cortes chilenas contra ellos fueron basadas en injusticias que avergüenzan al país entero. Observadores internacionales condenaron dichos juicios sin ambigüedades pero las Cortes funcionaron en colusión con los grandes intereses que exigían su persecución. Y ahora, para colmo, el Fiscal nacional exige poder usar testigos protegidos. (http://radio.uchile.cl/2014/07/31/fiscal-nacional-solicita-uso-de-agentes-encubiertos-por-ley-antiterrorista)

Y deben incluir las reparaciones para esas vidas, personales y de familias y comunidades que el Chile heredero de la dictadura les causó. Y hay muchos otros en la misma situación de injusticia, como los jóvenes en huelga de hambre que incluir de inmediato. Ponga las prioridades donde corresponde.

De manera, Sr. Ministro, ¡"debe ponerse a trabajar porque hay mucho que caminar" ! Estas violaciones del derecho penal y humano son urgentes y, diciéndolo de paso, ponga a los criminales de lesa humanidad en cárceles normales y dirija esos fondos infames para las reparaciones que está obligado a hacer. Justifiquen, por lo menos hagan el esfuerzo que corresponde, a los ingresos de sueldos injustificables y con perseguidora de por vida. ¡AHORA!

Las familias de los presos que denuncia la Corte Interamericana y exige sean liberados, esperan. 

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