La declaración del Instituto Nacional de Derechos
Humanos, como el resto de la sociedad civil, busca soluciones democráticas y trata de
impedir más de esa violencia irracional y enfermiza que impone un Estado profundamente anti-democrático. Los alcaldes del país han ofrecido
también colegios alternativos en los que se puede perfectamente hacer las
primarias (de una elección que sigue siendo parte de un sistema electoral
que nada ha resuelto en 23 años en lo que a derechos ciudadanos
se trata). Pero el gobierno no quiere sino que se le obedezca, de
la forma servil y abusiva que impuso el dictador y sigue siendo
el parámetro de gobierno desde que terminó la dictadura formal. Son incapaces de presentar razones democráticas ni de justicia social. El gobierno sigue en su
posición de promover el lucro relacionado con lo que es un derecho que
el país entero exige y que el mundo democrático promueve.
A esta hora sabemos que Carabineros asaltó los colegios,
detuvo a cientos de estudiantes y vídeos circulando internacionalmente en
YouTube mostraron como horas antes las Fuerzas Especiales de choque destruyeron
señalética para justificar su siempre "espontánea” violencia
anti-democrática. Las
explicaciones de Chadwick y la “preocupación democrática” del Presidente, dan
vergüenza ajena.
Mi comentario que sigue fue al artículo que
indico (El
artículo mencionado: INDH insta a
los estudiantes a deponer las tomas y llama a evitar desalojos violentos:
http://radio.uchile.cl/noticias/219056/#comment-153576 Es sobre la respuesta a una declaración del INDH que buscaba
evitar problemas a los estudiantes. El problema es que la violencia y terror
que el gobierno impone es porque solo piensan en ser obedecidos, "a
la Pinochet" y para ellos, arriesgar las vidas y la tranquilidad
ciudadana, les importa un bledo. Ya han disparado y muerto a un estudiante y
nada se hace porque se haga justicia. Los principios democráticos de la
lucha pacífica ("a la Gandhi" y nunca a la Pinochet) son parte de una
respuesta que todo el país busca, necesita y seguirá exigiendo. Por eso, creo,
que las luchas que hoy se dan debemos respetarlas: el que más de 4,5 millones
de jóvenes indiquen que solo participará menos de un 25% (menos de uno de cada
cuatro!) en las elecciones presidenciales los hace “enemigos terroristas de un
Estado que los reprime”. No podemos postergar el futuro y la justicia social
porque el gobierno se conduce a lo matón y protege intereses privados inmorales.
Los derechos humanos deben siempre promover su cumplimiento. Esta tendencia se
ve en el mundo entero: el espíritu retrógrado del gobierno no puede prevalecer
y determinar negar los derechos fundamentales.
“Ceder
ante la brutalidad y violencia que apoya la decisión tozuda de un Gobierno a
que mantiene su avaricia y política pro-lucro a como sea, es aceptar el
autoritarismo frenético de un presidente incapaz y mediocre. Confirma a un
Ministro del Interior ultra-pinochetista del más puro carácter represivo y
"de típico amor por el estilo fascista".
“Son
cuatro años de represión al país entero y la negación a dar una solución
democrática a la educación que el país exige. Prefieren reprimir, buscar el
crimen abusivo de un régimen que sigue amarrado a las estafas nacionales
masivas y al espíritu demoníaco de su líder Pinochet. Incapaces de aceptar la
simple e inteligente solución propuesta de los alcaldes para un paso más en la
farándula electoral que no es democrática tampoco. Seguros de no querer resolver
la crisis educacional prefieren la violencia inmoral que les nace del alma.”
“Los intransigentes y violentistas están en el poder socio económico que controlan la violencia de un Estado que huele a dictadores. Los estudiantes son el futuro y respetan principios de Justicia y democracia. Piñera con su Ministro de marras juegan a la política del borde del precipicio”.
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