Wednesday, June 17, 2015

¿Se cumplen los tratados contra la tortura en Chile por parte del gobierno y de sus instituciones?


Más sobre crímenes inamnistiables que, en Chile, se dejan pasar... "a la chilena" (por un oficialismo represivo y clasista)

Artículo de Diario Electrónico de Radio Universidad de Chile (+ comentarios)

Presentan nueva querella por violencia sexual en Dictadura
Autora: Paula Correa | Martes 16 de junio 2015 
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Entre el 19 y el 21 de junio de 1974 Ana María Campillo Bastidas fue detenida y sacada del domicilio de su pareja en la comuna de La Reina, y fue llevada a los subterráneos de la Plaza de la Constitución, contigua al Palacio de La Moneda, donde fue interrogada y torturada.

Días después la dejaron en libertad, pero luego volvió a ser detenida y trasladada al mismo recinto donde nuevamente fue torturada y violada en reiteradas ocasiones por miembros del Servicio de Inteligencia de Carabineros (SICAR).

http://radio.uchile.cl/wp-content/uploads/2015/06/DDHH-600x330.jpg
Al cumplirse 41 años de estos hechos, Ana María Campillo presentó una nueva querella criminal ante la Corte de Apelaciones de Santiago contra todos quienes resulten responsables de secuestro agravado y violencia sexual como forma de tortura, entre otros delitos.

Según sostuvo su representante, Daniela Quintanilla, abogada de la Corporación Humanas, si bien hubo una política de represión estatal generalizada, existió una especificidad en la práctica de tortura que, en el caso de las mujeres, tuvo una connotación sexual, generalizada y sistemática. Sin embargo, esas agresiones y violaciones reiteradas siguen impunes.

Esta acción se suma a las mujeres que han presentado acciones similares como Patricia Herrera y Alejandra Holzapfel, las que siguen en trámite en la Justicia, demostrando la apertura de los Tribunales a reconocer la especificidad de los vejámenes que sufrieron las mujeres. No obstante, a ello, no ha existido una sentencia judicial directa que responsabilice penalmente a los agentes involucrados por los delitos de connotación sexual.

Esto pese a que el testimonio del secuestro de Ana María Campillo Bastidas fue entregado ante la Comisión de Prisión Política y Tortura (Comisión Valech) y que el secuestro, la tortura, la violación y los abusos deshonestos están tipificados en el Código Penal, donde se establece que la violencia sexual como tortura “es un crimen de lesa humanidad”.

Pese a esta lentitud en lo Judicial, la querellante en compañía de la Corporación Humanas ve en esta oportunidad de hacer Justicia una vía para contribuir con su testimonio a la memoria histórica a nivel nacional. Por lo mismo, solicitaron al Ministerio de Bienes Nacionales la incorporación del lugar de los hechos, Plaza de la Constitución, en la ruta oficial de la memoria.

Según indicó la propia Ana María Campillo, por este lugar pasaron muchas personas, por lo que este paso “es de una gran importancia simbólica, para el país, la patria y la democracia”.

Comentario: 

Esta denuncia es importante y debe ser apoyada ampliamente.

La represión, con todas sus formas de inmoralidad, se enseñoreó en el Chile de la dictadura. Sin embargo, la sociedad chilena, de una forma o de otra evita, con su típica complicidad hacer justicia en forma eficiente. Las mujeres parecen ser moneda de cambio para los poderosos a todo nivel social... llegando a las situaciones extremas de violencia represiva, como la que denuncia Ana María Campillo. Pero, en términos generales, la persistencia de la violencia intra-familiar. nada o casi nada de efectivo se hace en el tema de la violencia contra las mujeres. 

Mantener esta lucha por justicia ha sido gracias al esfuerzo de las mismas mujeres y sectores importantes de la sociedad lo denuncia) Vemos como se repiten: el femicidio, el acoso a estudiantes por Carabineros en manifestaciones (ha sido documentado hasta el cansancio como sucede el acoso sexual en los buses de Carabineros) pero ni Gobierno ni Carabineros hacen nada. Si se les denuncia, atacan incluso hasta a los organismos de Derechos Humanos, como viene siendo hecho recientemente por las autoridades de Carabineros y varios políticos contra la directora del INDH)  Hay acoso en diversos sectores de la sociedad y muchas autoridades criminalizan a las víctimas. Tanto es así que el tema de las violaciones a mujeres siempre ha habido el sesgo y se le margina. Tratan de hacer prevalecer ese "sentido de macho" que en Chile se muestra como casi una norma socia, pero poco se hace contra esa "norma" repudiable, imbécil, y despreciable. Se prefiere "no hacerle caso', "no importa, son brutos", "el miedo individual y colectivo"... Eso impide expresar la urgencia de la justicia y su reparación, la ausencia absoluta de educación al personal de carabineros sobre prevención y obligatoriedad de educarlos y establecer evidencia sobre abusos de naturaleza sexual. Para que hablar del abuso sexual en el diario vivir donde ese establece las típicas características de una sociedad clasista y donde quien tiene poder hace lo que se le antoja y sale libre. Basta que tenga poder, dinero, influencias y los crímenes se olvidan, se compran las víctimas y familiares... 

Esto es parte de una de las violaciones del Estado chileno en lo que se refiere a la tortura: no hay educación al respecto y, simplemente, cuando ocurre por las fuerzas del Estado -como sucedió y sucede- esto se esconde y se establece una complicidad inmoral de los gobiernos. Chile, nuevamente, no cumple los tratados internacionales por los que jura ser responsable. El que se siga torturando en el presente y se "olvide" el pasado, es parte del sesgo de una sociedad que se niega a actuar con equidad, con justicia igual para todos, con respeto y con control de la obligatoriedad de ser honorables. Falta un enorme camino por recorrer... y, mientras los poderes fácticos, gobernantes y otros sectores no acepten que es tarea de todos hacer una Constitución respetable y justa (donde un hijo de un poderoso político no pueda salir inocente de un crimen confeso, para dar un ejemplo reciente) no podremos avanzar. La corrupción actual es la razón por la que no hay respeto de género, de tipo social y, mucho menos, de que todos debemos ser respetados, respetables y respetuosos. En todos los niveles de la vida... incluso en el de poder tener sus derechos humanos respetados y necesidades humanas. A todo nivel, "aunque sean mujeres, Mapuche y otras poblaciones indígenas, niños, ancianos, trabajadores, empleados, personas con limitaciones de cualquier orden..." dado que en Chile la segregación por grupos es común para así no hacerlo para nadie. Y esto lo deben entender los que pretenden ser poderosos e impunes. Justicia para todos.

No olvidemos que los crímenes de lesa humanidad no prescriben y ningún gobierno tiene el derecho a hacerlos amnistiables (¡como lo hizo el gobierno Lagos en  Chile al prohibir que la información de crímenes de lesa humanidad sea conocida y pública por cincuenta años! Ninguno de los que gobiernos que lo han seguido ha cambiado este acto de complicidad con el crimen.

Referencias de interés:
Algunos documentos sobre la prevención de la tortura: la firma de ellos implica su respeto, educación y prevención. Lo que en Chile oficialmente no se hace. 

1.   Guía operacional para las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (ONU):
     http://www.ohchr.org/Documents/Publications/PreventingTorture_sp.pdf
2. CONVENCION INTERAMERICANA PARA PREVENIR Y SANCIONAR LA TORTURA
     http://www.oas.org/juridico/spanish/tratados/a-51.html
3. Protocolo Facultativo a la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes              https://www.cidh.oas.org/PRIVADAS/protocolofacultativo.htm
4. Comité Europeo para la Prevención de la Tortura: http://www.cpt.coe.int/spanish.htm

José Venturelli


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