Un comentario en esa publicación, (¿inocentemente?), dice que es un reconocimiento muy merecido al servicio militar, porque se lo trata allí de haber sido una fuerza "educadora".

Poco significativa fue esta "justificación educacional". Fue, sin duda, la excepción y no la regla correctora de injusticias. En Chile se ha violado -¡y se sigue haciendo!- el derecho a que el Servicio Militar debe ser y sea eliminado y quede, exclusivamente como un actividad voluntaria y con fines pacíficos, sociales. Es decir, solo como un apoyo del Estado al acercamiento a actividades de fraternidad y desarrollo, necesarias y sin fines militaristas. Que promueva la fraternidad y el respeto de derechos humanos y sociales. Eso es lo que existe en muchos países del mundo. Pero el militarismo grandioso chileno -símbolo no de grandeza sino de mediocridad- sigue siendo un cáncer financiero y un impedimento para que tengamos una sociedad más justa. Es la mentalidad que mantiene un gasto militar inexcusable y políticas malsanas con nuestros hermanos latinoamericanos.

La única necesidad que vieron quienes crearon el Servicio Militar fue por el carácter agresivo que mantenía el Estado chileno que actuaba en forma abusiva frente a sus vecinos y temía represalias a sus agresiones. Y ese es el caso de la guerra del pacífico que fue forzada en el pueblo chileno para que Inglaterra tuviese mayores beneficios en el salitre donde tanto Perú como Bolivia exigían cierta participación y rebajar las ganancias exhorbitantes de los ingleses que exigían ganar aún más. No olvidemos que Pinochet, una muestra extrema de ese "sentido militar" que aún se justifica y recibe impunidad- terminó regalándole a su yerno PONCE LEROUX nada menos que la empresa nacional SOQUIMICH con la que éste ha especulado en forma inmoral. El "yernito", que tiene una querella por fraudes, es ahora una de las mega fortunas creadoras de inequidad del país. Impide, que los jóvenes chilenos puedan tener acceso a derechos fundamentales como educación, salud, trabajo y salarios respetables.

Los conscriptos fueron usados en forma regular en las brutales represiones contra trabajadores y pueblos de Chile. Hay una historia de 23 masacres en esta historia que no se enseñan pero que debemos conocer (Leer trabajos del historiador Gabriel Salazar y otros). Los golpes militares, de memoria reciente, son el ejemplo más vergonzoso del servicio militar y muestra una razón indiscutible para eliminarlo del todo. Al pueblo Mapuche se les imponía el servicio obligatorio para tratar de quebrar su carácter indómito y de lucha por lo que son sus derechos fundamentales y que el mundo les reconoce. 

Por último, no olvidemos que el Servicio Militar, puso, en forma forzada y de semi esclavitud a miles de "pelados" en las casas de oficiales superiores en todo el país. Estaban para todo tipo de necesidades. Reemplazaban a las "empleadas" (siempre de los sectores más pobres y explotados, muchas de origen mapuche!) que, por razones obvias, podían ellas rebelarse algo más que los conscriptos a los que se les imponía "obedecer en esta sociedad obediente" y que, por lo mismo, impone una mentalidad castigadora y represiva, que se refleja en su Constitución ilegítima.

Decir No al servicio Militar "es hacer patria" aumentando las opciones sociales, civiles y pacíficas mediante una verdadera educación de calidad, gratuita y de calidad... y no escondernos tras estas pantallas vergonzosas que nos muestra la historia. Necesitamos una patria para todos, sin racismo (en la que exista libertad y justicia para todos y cada uno) y con equidad.