Wednesday, July 13, 2016
Generales en Jefe, crímenes de lesa humanidad, "perdonazos" y libertad bajo fianza injustificables
Discusión de un artículo publicado en el Diario Constitucional: relacionado con el caso de crímenes de Lesa Humanidad y el ex-general en Jefe, Juan Emilio Cheyre.
http://www.diarioconstitucional.cl/noticias/asuntos-de-interes-publico/2016/07/13/caso-del-ex-comandante-en-jefe-del-ejercito-y-sus-consecuencias-institucionales-en-el-servel/
Interesante información dada por la hermana de un asesinado, en Antofagasta, por miembros de la Caravana de la muerte. Fueron crímenes descritos por los culpables que hicieron un proceso de catarsis para "limpiarse de sus culpas" ... pero para luego seguir delinquiendo ñ crímenes de lesa humanidad. La cautela de la hermana de uno de los asesinados (según escribe un comentario en dicho artículo, María Alicia Ruiz-Tagle Orrego quien es la hermana) es, sin embargo, desconcertante pues sirve para cambiar el principio de que esos crímenes eran, y siguen siendo, inamnistiables, imperdonables y, hacerlo, son crímenes de lesa humanidad que las instancias jurídicas cometen en un acto de complicidad que viola los principios jurídicos del debido proceso y las base de la justicia internacional.
El que la Corte Suprema ayer haya liberado al detenido Cheyre y varios otros detenidos por otros crímenes también de lesa humanidad con una fianza de UN MILLÓN DE PESOS es un acto cómplice e inmoral. Sugiero una lectura completa incluidos lo comentarios, especialmente el de María Alicia Ruiz-Tagle Orrego.
Varios miembros de los cuerpos militares, fuerza aérea, Marina y policía, por estos más de cuarenta años han usado la llamada Justicia Militar. Esta ha funcionado como un cuerpo seguro de protección y Perdón secreto, silencioso para quienes han participado en los crímenes mencionados. Hace un año vimos como sucedía con el caso imperdonable de Carmen Gloria Quintana quien sobrevivió a ser quemada viva, junto al joven Rodrigo Rojas, quien falleció. La justicia militar, el poder ejecutivo, la corte suprema y el ministro de defensa fueron encubridores del crimen.
Hemos visto por más de cuarenta años como funciona el llamado código del silencio. Ha cubierto crímenes de lesa humanidad así comoLos hemos visto como las Cortes chilenas se han permitido dictar sentencias y encarcelar a inocentes por largas condenas y que la Corte Inter-Americana de Derechos Humanos de Costa Rica ha condenado como improcedentes y que deben ser eliminados, los presos liberados, los cómplices de los dicatámenes juzgados y los afectados recibir reparaciones significativas.
La justicia en Chile ha sido cómplice pero nada ha ocurrido. Una vergüenza que, salvo excepciones entre los militares como el macado del General Lagos, que se menciona. Muy claros son los casos de los condenados Mapuche contra quienes los gobiernos y todos los poderes del Estado se han coludido para despojarlos de sus derechos, contraviniendo tratados internacionales que deben ser inviolables.
Las injusticias en Chile son tan graves que hacen urgente de una Asamblea Constituyente para dictar una Constitución digna para todos los habitantes del país. Sin embargo, los poderes existentes se niegan a que Chile tenga una legítima y respetable legalidad que hoy debe ser impostergable.
Desde Canadá,
Dr José Venturelli,
Profesor Emérito de Pediatría, Universidad de McMaster,
Miembro del Departamento de Derechos Humanos, Colegio Medico de Chile
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