2 de noviembre 2011
El agua es una de las fuentes de la
vida... un derecho fundamental que se defiende. Y una razón poderosa del
aumento de la exclusión y represión cuando el pueblo la defiende. Si, cuando se
defiende como lo hacen los pueblos indígenas de Bolivia, Chile y el mundo. O como los pescadores, los mineros, nortinos y sureños de
todos los sectores. Como lo hacen los estudiantes que educan a este país que
sale del letargo post dictadura y de colusiones que lo han transformado en la anti-democracia, en la dictadura legalizada que nos
ahoga. Existen muchos documentos sobre el drama del agua...
Los problemas de la formación de megafortunas con el agua van en paralelo con la desertificación del norte y la destrucción del medio ambiente, empobrecimiento de las zonas rurales y del norte llevando a millares a abandonar sus pueblos y caer en la cesantía y ruina personal, familiar y social. Los magnates se disputan los parques del sur de Chile (y la Patagonia nuevamente donde el Clan Luksic acapara tierras, imitando al Presidente Piñera que controla 118.000 hectáreas de tierras huilliches (que son del pueblo mapuche de Chiloé). Lo peor y peligroso es que este proceso, con la globalización de la exclusión impuesta por el Banco Mundial, FMI y la Organización Mundial del Comercio lo hacen a nivel mundial. Las hambrunas de Somalia y Etiopía provienen de las imposiciones de esas instituciones-empresas y de los bancos que van con ellas. Y a la cola, los "accionistas y especuladores financieros” que cambiaron el concepto de desarrollo humano por uno que asegure la salud financiera y de los dinosaurios financieros que bien conocemos... Económicamente, vivimos tiempos de especuladores.
Los problemas de la formación de megafortunas con el agua van en paralelo con la desertificación del norte y la destrucción del medio ambiente, empobrecimiento de las zonas rurales y del norte llevando a millares a abandonar sus pueblos y caer en la cesantía y ruina personal, familiar y social. Los magnates se disputan los parques del sur de Chile (y la Patagonia nuevamente donde el Clan Luksic acapara tierras, imitando al Presidente Piñera que controla 118.000 hectáreas de tierras huilliches (que son del pueblo mapuche de Chiloé). Lo peor y peligroso es que este proceso, con la globalización de la exclusión impuesta por el Banco Mundial, FMI y la Organización Mundial del Comercio lo hacen a nivel mundial. Las hambrunas de Somalia y Etiopía provienen de las imposiciones de esas instituciones-empresas y de los bancos que van con ellas. Y a la cola, los "accionistas y especuladores financieros” que cambiaron el concepto de desarrollo humano por uno que asegure la salud financiera y de los dinosaurios financieros que bien conocemos... Económicamente, vivimos tiempos de especuladores.
Una búsqueda en Internet aporta las
"decisiones" actuales del gobierno Piñera que vende el agua para...
no reconstruir el país, para llorar ante su imposibilidad de que la educación
sea un derecho… Todo esto mientras no restringe en nada, para asegurar una
verdadera inclusión social fundamental
sino para seguir privatizándolo en forma fundamentalista. A quienes son
sus socios en saqueo: ellos pueden seguir estrujando hasta la última gota del
líquido vital...
http://www.taringa.net/posts/noticias/8600477/Pinera-privatiza-cuatro-companias-de-agua-potable.html
Además aguas son contaminadas intoxicando
ríos y fuentes de agua para vivir... Las mineras son de las grandes
culpables... (La historia del río Caimanes donde la Minera Los Pelambres (Clan
Luksic) en la Región de Coquimbo y también aunque en Antofagasta y Tarapacá (I
y II) son grandes contaminantes, junto con otros socios como Ponce Leroux que
recibió de su suegro Pinochet, como regalito, la SOQUIMICH y que hoy que pudre
Tocopilla. Pero también las plantas de celulosa e industrias químicas (Región
de los Ríos –XIV- , del Bío-Bío -VIII- Arauco y del Maule VII-) y así el país
entero.
Al hablar del agua y del medio ambiente
debemos recordar que es el lucro el que determina su destrucción y las
violaciones a los derechos fundamentales de nuestros pueblos y, con el impacto
social que eso genera, lo siguen con la represión violenta, nuevamente “a la
Pinochet” que tanto gustó a sus descendientes políticos-sociales…
La
indignación = la bronca = la rabia = las marchas = las demandas populares son
el camino a la esperanza por un país democrático, solidario, para las grandes
mayorías. Y no el saqueo pretendido por el
gobierno… que para saqueo ellos saben lo que es. No necesitamos, como lo exigen
desde los poderes coludidos, con apoyo de la fuerza bruta, uno de corderos
obedientes y consumistas mientras los que saquean el país de norte a sur, se
revuelcan en sus millonarias cuentas bancarias.
Sabemos que la cesantía no es del 7%, es
más que el doble porque no incluyen a todos los sectores cesantes y que
disfrazan como “independientes”, como tampoco son dignos los salarios
mezquinados por los poderosos que defienden la inequidad desde los tres poderes
del Estado. Los mapuches torturados, los jóvenes mojados, golpeados,
torturados, baleados o abusados los menores que desde el río Mapocho fueran
groseramente abusadas porque exigen derechos básicos como la educación. Y
también los profesores, los peones, pescadores, y todos aquellos que sueñan un
mundo mejor, socialmente justo que cada día son más. Si son reprimidos porque
nos están robando las riquezas irrecuperables y destruyendo el futuro solo para
que unos pocos compitan entre los grandes multimillonarios del mundo. Sus medallas
de platino los chilenos no las necesitamos.
Chile necesita que sus derechos sean
respetados. Y la protesta por esos derechos es lo que vemos en las calles y por
los que han puesto a un gobierno de empresarios impúdicos de rodillas.
Los derechos de todos
los chilenos no son carbón (como el de la Isla Riesco para termoeléctricas)
para quemarlo en la hoguera de la dictadura legalizada post Pinochet ni las
acciones de magnates que justifican su violencia represiva e inequidad creciente
en potenciales ganancias de sus empresas insignes (COPEC mineras, energía,
celulosa y otras). Chile
debe educarse y es lo que los estudiantes quieren y para eso es que el pueblo
los apoya. Ellos lo
entienden… también exigen una Asamblea Constituyente igual que todos los
movimientos democráticos, por los derechos fundamentales, por la educación y un
mundo solidario. Recuperar la esperanza es tarea de todos.
José Venturelli, Pediatra
Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética Contra la Tortura CECT-SE
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