Friday, December 12, 2014

La represión no se olvida y las promesas de terminarla sólo las olvida el gobierno. Silencios culpables del gobierno actual

La autoridad y la amnesia del gobierno, junto a la persistencia represiva contra un pueblo. Es importante recordar. El Instituto Nacional de Derechos Humanos nos ha recordado, en su cuarto informe de que la violencia en Chile persisten y que los niños Mapuche siguen siendo torturados, frente a sus familias y siguen sometidos a la pobreza dura impuesta sobre su pueblo.

Esta nota que precede el artículo-denuncia sobre tortura a una menor busca mantener la realidad y la formación de una mayor responsabilidad social. La Comunidad José Guiñón la he visitado y he visto los resultados directos de los asaltos a esa misma comunidad. Lo observamos y denunciamos en el 2012 pero nada pasó. Unos días antes de la violencia en la otra Comunidad de José Jineo, que describo. Las fotos sirven para recordar lo que no se debe olvidar y, menos, esconder.

Las Cortes funcionan permitiendo que este tipo de abuso se haga en forma continuada. Justo un año antes de este caso, Enero 2012, tanto el Instituto Nacional de Derechos Humanos  y la Comisión Ética Contra la Tortura de Chile (en Temuco) presentaron, separadamente,  querellas contra Carabineros por la golpiza dada a una madre que sostenía a su hijo menor. Había material de video –obtenido directamente por una niña de 14 años presente en el ataque artero hecho por un official de Carabineros de Fuerzas Especiales. 


Me tocó ver el material una hora luego del incidente. Hicimos una querella junto con el abogado Jaime Madariaga, (actual abogado del Departamento de derechos Humanos del Ministerio del Interior). La violencia ocurrió en la Comunidad de José Jineo,  La madre era Guillermina Pailavino y es evidente cuando el oficial golpea con la culata de su fusil antimotines. Las lesiones las observé yo mismo y tome fotos. Pero, pese a la evidencia y a haber denunciado el acto cobarde cometido, el sistema legal se las arregló para que nada ocurriese. Esta Justicia se esconde en el contexto de una Constitución inmoral y en el hecho, que ocurre en forma reiterada, de la colusión de las fuerzas represivas contra un pueblo. Las Cortes de Justicia (de Apelaciones o Suprema por igual) nada investigan y, simplemente, dejan pasar. Condenan con juicios violatorios y pretenden que Justicia es “cumplir las leyes" de una Constitución que nada tiene de justa y, mucho menos, de democrática. Esto lleva a una creciente violencia contra el pueblo mapuche, contra todo este pueblo, especialmente busca crear miedo en sus hijos, niños. Y no lo consiguen… Son muchos los dirigentes que habiendo sido golpeados en su infancia, torturados en las calles, en las comisarías, durante allanamientos violentos, con bombardeo de sus casas y tortura a sus mayores… Y el gobierno sigue al servicio de las forestales, de sectores ulra-reaccionarios… Negando, incluso por el Intendente, la existencia de organismos paramilitares violentistas como el Comando Trizano, como hemos visto hoy en El Mercurio (Sección C-Nacional, página C-10, Viernes, 12 de diciembre de 2014) que niega su existencia sobre un asalto la Comunidad de Temucuicui donde fueron colocadas bombas incendiarias en una casa y tierras que CONADI había, después de muchísimos años, había retornado a esas comunidades. Es triste ver que el mismo Intendente Francisco Huenchumilla, Mapuche él mismo, y que ha llamado “a resolver un largo problema político, y que el gobierno –su gobierno- no ha hecho gesto alguno para resolver estas conductas abusivas. Es evidente que el Intendente Huenchumilla ya no consigue ser apoyado y, retorna a las funciones asignadas a los intendentes: asegurar que continúe el modelito social de marras. O, como ha sido el caso desde este "no tan nuevo gobierno" no lograr impedirlo ante un gobierno sordo y no impedir la represión y las provocaciones.  Mala señal.  Y, ante esto los gobiernos hacen silencio total. Este segundo gobierno de la Presidenta Bachelet mantiene su misma política de permitir una Guerra Sucia contra un pueblo. Vivimos una vergüenza que nada tiene que ver con esta mal parida democracia…  José Venturelli, recordando en diciembre 2014 la inmoralidad de siempre.


Grave maltrato de una niña mapuche y su padre
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Comunicaciones ANIDE
Una grave situación de violencia policial contra una niña mapuche de 12 años y  su padre  denunció el Instituto Nacional de Derechos Humanos en una querella criminal presentada ante el Juzgado de Garantía de Angol. Britany Cariqueo Loncomilla, de 12 años, y su padre, José Osvaldo Cariqueo Saravia, lonko de la comunidad Cacique José Guiñón, comuna de Ercilla, son las víctimas de este episodio  que incluyó golpes, tortura y detención en un recinto no oficial.

La querella criminal que interpuso Lorena Fries, directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, INDH, fue presentada ante la justicia civil, pero el juez la derivó de inmediato a la justicia militar. Y aunque a los pocos días revirtió su decisión, al cierre de este informe aun no se realiza ninguna de las diligencias solicitadas. Todo lo cual, incluyendo un posible conflicto de competencia con la justicia castrense, permiten suponer para el caso una tramitación larga y tortuosa.

Los hechos denunciados se remontan a las manifestaciones protagonizadas por comuneros el 5 de diciembre de 2013 tras la lectura del fallo condenatorio dictado por el Tribunal Oral en Lo Penal de Angol contra tres jóvenes mapuches en el juicio por el asalto y asesinato de Héctor Gallardo Aillapán.  En esa ocasión, la violenta intervención de carabineros concluyó con un saldo de 14 detenidos,  entre ellos el lonko José Cariqueo y su hija, estudiante de 12 años. De acuerdo con el texto de la querella, fueron aprehendidos en la vía pública mientras abordaban  un vehículo para volver a su comunidad y llevados a una “casa institucional de carabineros (…) que no es un lugar de detención” y donde por alrededor de 45 minutos “fueron víctimas de aplicaciones de tormentos o apremios ilegítimos, tanto físicos como mentales por parte de los funcionarios de carabineros”.

El lonko Cariqueo declara que fue detenido de manera violenta por carabineros que lo arrastraron por la calle y lo ingresaron al inmueble institucional en medio de golpes e insultos procaces y racistas. Agrega que en el interior del recinto fue esposado con las manos en la espalda y mientras se encontraba en el suelo fue objeto de una brutal golpiza en la que participaron “también mujeres, y no eran de fuerzas especiales”. “Después, cuando se ensañaron conmigo, me quemaron el pelo con el encendedor, yo sentí el olor a quemado, yo no sentía nada, estaba mi cuerpo adormecido, convencido en ese momento de que yo iba a morir…”, señala el lonko. Menciona a un oficial entre los autores de los golpes y los insultos.

Britany Cariqueo fue también detenida y llevada a la “casa blanca” donde “me tenían dos carabineras y me trataban con groserías, me daban cachetadas”. Agrega que  alcanzó a ver que propinaban puntapiés a su padre y que a ella le sacaron sangre de narices y la obligaron a limpiar la sangre que escupió en el suelo.

En las declaraciones de padre e hija llama la atención el elevado grado de animosidad y racismo contra el pueblo mapuche expresado contra en los insultos y amenazas que dicen haber recibido de los funcionarios policiales. La constatación de lesiones realizada en la Comisaría de Angol por el médico Cristián Aguilera, en presencia de la defensora regional Bárbara Katz, determinó en el caso de José Cariqueo “contusiones equimóticas en diversas partes del cuerpo” e incluye fotografías de esas lesiones. En cuanto a la niña, se constató “contusión en labio superior y restos de sangramiento”.

La situación, afirma el INDH,  configura la hipótesis de tortura tanto física como sicológica y destaca que se ejecutó en  un lugar que si bien es una edificación institucional de carabineros, no es un recinto de detención. El escrito de la querella acompaña abundante argumentación fundada en la legislación penal chilena y en convenios e instrumentos internacionales referidos a derechos humanos, derechos indígenas y derechos del niño.

En el tribunal de Angol, la querella permanece paralizada. Marcos Rabanal Toro, abogado patrocinante, explica que la acción fue presentada el 26 de enero y que el juez de Garantía prácticamente de inmediato decidió declarar su incompetencia por tratarse de una denuncia dirigida en contra de funcionarios de Carabineros. Fue presentado entonces un recurso de reposición demostrando con precisos antecedentes lo arbitrario de la resolución, tras lo cual el Tribunal modificó su postura declarándose competente. Mientras tanto, el escrito de la querella había sido enviado ya a la Fiscalía Militar y sólo hace algunos días retornó al Juzgado de Angol  y hasta el cierre de este informe “no fue proveído en su mérito”, lo que implica que no se ha ejecutado ninguna de las diligencias investigativas solicitadas. Sin embargo, ya el 6 de marzo el fiscal militar de Angol había informado de la querella al Juzgado Militar de Valdivia recomendando trabar la competencia.
El hecho de  involucrar como víctima a una niña indígena de 12 años implica la absoluta condición de que el caso sea tramitado por la justicia civil. Sin embargo, la investigación solicitada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos hasta el momento no ingresa al curso de tramitación que establece la ley.

La autoridad y la amnesia del gobierno, junto a la persistencia represiva contra un pueblo nos imponen recordar. El Instituto Nacional de Derechos Humanos nos ha recordado, en su cuarto informe de que la violencia en Chile persiste y que los ninnos Mapuche siguen siendo torturados, frente a sus familias.

Este artículo, que vuelvo a publicar (separado de este documento) indica lo que en enero 2012 sucedía y que el gobierno y justicia nada hicieron. Y el Estado juega al silencio y el engaño.

Crímenes imperdonables contra comunidades mapuche y sus niños. La cara actual de la guerra sucia y de la injusticia en Chile. Un informe preliminar.
José Venturelli, Pediatra, Vocero, Secretariado Exterior de la CECT – 13 de enero del 2012





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