La
realidad de este falso "conflicto Mapuche" y la posibilidad de que el
nuevo gobierno Bachelet entregue soluciones reales y duraderas.
En lo que se refiere a
respetar los derechos del pueblo Mapuche, para terminar con el Apartheid y la
Guerra Sucia impuesta contra el pueblo Mapuche solo se ve un avance en la
masificación de la respuesta de este pueblo hermano. La represión -única
respuesta de todos los gobiernos desde Pinochet y todos los que le han seguido-
han llevado a una mayor comprensión de su lucha y de unidad. El camino no ha
sido simple. El Estado chileno de la dictadura y post dictadura no reconocen su
responsabilidad y se esconden en "que se debe respetar la ley, que sería
igual para todos" (Que caraduras pueden ser: se esconden detrás de la Constitución
de Pinochet, hecha para apoyar a quienes han despojado al pueblo Mapuche y a
todos los amplios sectores de la sociedad civil chilena y del futuro nacional.
Si se observa la tendencia
de la actitud del Estado chileno frente a las necesidades y demandas históricas
del pueblo Mapuche, no podemos, aunque hagamos los mayores esfuerzos y usemos
la mejor voluntad, obtener tranquilidad mirando al futuro. No podemos pensar
que el Estado, -es decir, su aparato político, económico, social con su brazo
represivo siempre en crecimiento y mayor violencia cotidiana- tenga interés en
resolver democráticamente esta situación de injusticia permanente. Los
intereses nacen de las prioridades que se tenga y, en el caso del Estado de
Chile, las prioridades frente al pueblo Mapuche han siempre sido asegurar que
el DESPOJO siga siendo mantenido y aumentado. Se ha impedido que el Convenio
169 de la OIT y los múltiples tratados y recomendaciones internacionales (que
Chile firma y no cumple) puedan ser la solución que han mostrado ser cuando son
aplicados con decisión y respeto.
La injusticia ha sido
permanente y constantemente brutalizan a las comunidades. Se usa la tortura y
los asaltos con violencia , se encierra al mapuche. En los hechos se continúa
con la aplicación de la Ley Anti-Terrorista (LAT) y se encierra en forma
preventiva por meses y años a los dirigentes para "sacarlos del
medio" e impedir que dirijan las demandas de su pueblo. Estos
intentos del Estado, que causan grave daño a las comunidades y que mantienen al
pueblo en la pobreza más extrema del país por la imposición de largos, casi
interminables juicios, que les impiden trabajar y, al mismo tiempo, les cuestan
un dinero que no tienen pero deben encontrar. No
olvidemos que el promedio del ingreso familiar mapuche está por debajo de un
salario mínimo. Este es otro crimen y conforma la imagen tradicional del
Apartheid a la chilena: represión y miseria impuesta
El
silencio pre-electoral de el gobierno Piñera (que dice "castigar al
desobediente") ha tenido eco en el absoluto silencio, también
pre-electoral, de la presidenta electa frente a la represión del pueblo
Mapuche.
Es inquietante el
absoluto silencio de la presidenta electa sobre la situación del pueblo
Mapuche. No solo porque no ha mencionado nada práctico que permita creer que se
establecerán los diálogos reales, directos y eficientes con el pueblo mapuche,
sino porque su propia política cuando fue presidenta, fue de seguir aumentando
la represión y tratar al Mapuche como delincuente y caracterizarlo, junto con
quienes los han despojado y con las fuerzas policiales como "enemigo de
Chile". Recorrer las tierras de las comunidades permite ver como las
fuerzas especiales aumentan su presencia SIEMPRE REPRESIVA, JAMÁS
DEMOCRÁTICA.
Hasta hora es solo la lucha
del pueblo Mapuche la que puede garantizar soluciones para su futuro. La
solidaridad nacional de todos los sectores afectados por el modelo social
inmoral podrá cambiar antes esta situación.
El traslado de Iván
Bezmalinovic, General (de Carabinros) el impune sicario del sistema, ya con
varias muertes Mapuche y de un obrero de la celulosa desde la IXa Región a la
VIIIa es una muestra de como buscan mantener el estado actual de injusticia. El
jesuita Luis García-Huidobro lo menciona en su entrevista- El Mostrador: http://m.elmostrador.cl/pais/2013/12/20/luis-garcia-huidobro-en-michelle-bachelet-no-hay-ningun-tipo-de-confianza/
Nada
de eso puede tranquilizar ni al pueblo Mapuche (ni a los diversos sectores de
la sociedad civil). Su "prontuario" de violencia (gusta de participar
directamente y de golpear a los jóvenes detenidos, cuando están amarrado y
creerse un cowboy "a la USA en Vietnam, bajando a hacerlo de los
helicópteros que aumentan en la región... y que ilegal e ilegítimamente usa
para sus necesidades personales como el ir a votar...!) Esta justicia de
pacotilla, que incluye una "justicia militar" que asegura impunidad
de los represores deberá también desaparecer y dar espacio a una justicia de
verdad, democrática y efectivamente para todos. Esa "justicia" jamás ha
hecho otra cosa que asegurar la impunidad de agresiones racistas, destinadas a asegurar que las fortunas hechas gracias al despojo aumenten y
estén seguras.
En el contexto de todo los pueblos de este
territorio, las luchas que se vienen dando para recuperar los derechos
fundamentales de cada pueblo y sector, son compatibles, similares en su esencia. Y deben ser solidarias.
La manipulación mediática de los gobiernos siempre busca aislar a cada grupo y
así controlar cada uno en la jaula que les ha creado. Y en una gran medida han
tenido éxito, desgraciadamente. Sectarismo, aislamiento y luchas intestinas por
razones que deberían resolverse en torno a la solidaridad de las luchas que son
comunes y que han resultado de causas muy similares: Despojo del Mapuche y
explotación creciente y pérdida de los derechos de todos los pueblos. El lucro
como norma social es el que manda la realidad chilena. Los magnates, los
intereses foráneos y los poderes coludidos para mantener el Estado actual, mercenario
y ilegítimo, organizan, arman y protegen esta represión que no hace sino
crecer. Las Fuerzas Represivas son el brazo que termina las discusiones. El
Parlamento, La "Justicia” y el Poder Ejecutivo funcionan reprimiendo: Uno
acusa y condena, otros mienten y prohíben la información abierta y la expresión
ciudadana de protesta y organización. Los salarios son miserables y las
necesidades de los trabajadores no son resueltas: todo se ha privatizado. No
hay sindicalización mínimamente decente y las leyes siguen protegiendo al que lucra.
La nueva y urgentemente necesaria Constitución
se la esconde, disfraza bajo posibles revisiones usando la Constitución actual...
Es el juego eterno de declararse una sociedad perfecta y así mantener un Estado
inmoral. Los trabajadores, estudiantes, comunidades destruidas por el
lucro organizado, los pueblos indígenas, los ancianos, los pescadores, mineros,
campesinos, obreros en general, profesores y tantos más... TODOS ELLOS, desde
los niños hasta la naturaleza del país que destruyen, son postergado y
empujados a luchar por sus derechos. En el caso del pueblo Mapuche han transformado a los niños en un "enemigo tenaz y peligroso". Es el caso de los tres
menores Leonardo Quijón, Luis Marileo y Gabriel Valenzuela Montoya que fueran
condenados hace unas semanas por un crimen que no cometieron y pasar de la
niñez al sistema inhumano de prisiones. Así violan los tratados
internacionales de protección a la infancia, a los pueblos indígenas y podrán,
con leyes anti-terroristas antojadizas e inmorales, mantenerlos presos por años
destruyendo sus vidas y las de sus familias. E imponerles la pobreza adicional por
costos de abogados carísimos, la destrucción de sus pocos bienes y cultura y no
poder estudiar ni trabajar.
Los casos emblemáticos
de autoridades y dirigentes Mapuche han sido todos manipulados bajo la norma de
la violación del DEBIDO PROCESO. Los tres menores condenados a severas condenas
de prisión, hechas con testigos protegidos e iniciadas cuando estos jóvenes
eran menores. Ellos han sufrido enormes daños físicos (tortura, heridas con
secuelas brutales físicas -caso del disparo a quemarropa que dejó 176 balines
en la pierna de Leonardo Quijón y que, acto seguido, acosan hasta incluirlo en
supuesto crimen sobre el que sólo han tenido testigos protegidos, sin evidencia
ni causalidad demostrable en ningún momento. Similar es el caso de Luis Marileo
y de Gabriel Valenzuela Montoya. Los asesinados Mapuche
siguen sin justicia, la muerte de Rodrigo Melinao, de un disparo en el pecho no
es investigada. Tampoco prosperó la golpiza vista en vídeo en el mundo entero
de Guillermina Painevilo con su hijo en brazos en enero del 2012 y por la que
se presentaron dos querellas: nada pasó. Todo fue enterrado en manos de la
mentada "justicia militar". Ni los asesinados Alex Lemun o Jaime
Mendoza Collío o José Huenante, menor de 15 años desaparecido por Carabineros
en Puerto Montt con testigos y evidencias confirmadas.
Bueno, la historia
continúa sin cambiar y nada hace predecir que será diferente. La entrevista del
jesuita Luis García-Huidobro mencionada antes merece leerse. Una brutal
represión ocurrió al iniciar el juicio en Angol de Daniel Melinao, werken de
Wente Winkul Mapu (otro de los "focos enemigos" que el Estado
chileno se inventa, por boca de sus ministros del Interior y que ataca en forma
casi demencial). La vergüenza en Chile es que el poder político aplasta, determina
mayores miserias, reprime, y antes de que nadie sea juzgado ya ha condenado y
exige penas brutales. Anuncia "su justicia castigadora a los desobedientes”
por boca de sus inefables, ultra reaccionarios Ministros del Interior. Todo sin
tener la menor evidencia. El Machi Celestino Córdova, a quien se le ha tenido
preso por casi un año en Temuco, con acusación sin evidencia, con Ley Anti-Terrorista. La orden política fue emitida por el
Ministro Chadwick, en una violación extrema del debido proceso. Y esto tiene que
terminar. Y pronto.
Por razones de falta de
compromiso histórico de los actores políticos que controlan el poder
actualmente y determinan las fortunas y aseguran la miseria y fraudes de un
Chile post-Pinochet, es evidente que las luchas van a continuar y deberán
mejorar en unidad y determinación. La represión lleva inexorablemente a la
libertad porque los pueblos construyen la libertad que no tienen. Chile no será
excepción.
¿En
este contexto, que camino va a tomar el nuevo gobierno?
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