Aunque el intento de exterminio del
pueblo Mapuche en Argentina estuvo más cerca de ser exitoso, hoy, la ley
Argentina tiene un sistema legal mucho más legítimo (por la forma de generación
de su Constitución, al contrario de Chile donde persiste la ilegítima
Constitución hecha por el dictador.): los crímenes de lesa humanidad en
Argentina han sido llevados adelante con gran decisión. Nada de eso existe en
Chile, salvo excepciones de algunos casos, de algunos abogados y de unos pocos
jueces. Chile, cuarenta años más tarde, aún sigue protegiendo a criminales y a
corruptos. Sin embargo, el juicio contra Relmu Ñamku, en Argentina, es el
juicio de las grandes empresas contra una "pobre, india y mujer" como
ella misma lo define. Si recordamos los supuestos (todos falsos)
“intentos” de homicidio contra fiscales en Chile, estos se dan en un contexto
de testigos protegidos, comprados y que no se pueden contra-interrogar. Muchos
de los “testigos”, son ellos mismos delincuentes. Los casos de los juicios
contra Héctor Llaitul, José Huenuche y Ramón Llanquileo, así como el caso
contra el Machi Celestino Córdova, donde no hay evidencia alguna pero sí se los
condenó. En el caso del Machi, son 18 años de condena, por presión directa del
Ministro del Interior (Andrés Chadwick, conocido protegido de Pinochet mismo
quien lo designó Presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad
Católica…!). Los presidentes solo se coluden con estos delitos.
En Chile la tradición contra el Mapuche es establecer
juicios-linchamientos donde existe total colusión entre los poderes del
Estado y, -salvo mínimas excepciones- y las grandes empresas que se benefician con el despojo del pueblo Mapuche. Esto es así desde Pinochet y los gobiernos
post dictadura nada han hecho para que esto cambie. La CIADH (Comisión
Interamericana de Derechos Humanos) ha denunciado a Chile en forma repetida por
este tipo de juicios pero el Estado nunca acepta las normas, reprimendas o recomendaciones de la CIADH. Ha sido igual en todos los gobiernos, incluidos los dos de la Sra M. Bachelet. Los crímenes contra el Mapuche son "juzgados" por la Justicia Militar y nunca hay justicia.
Este juicio que vemos discutido en Página12 tiene las típicas
características de los actos de "justicia" contra los pueblos
indígenas, tradicionalmente oprimidos. Veamos que sucede. José Venturelli
Un jurado mapuche para Ñamku
Un jurado de doce miembros, seis de ellos mapuches, deberá decidir sobre la acusación contra Relmu Ñamku, una mujer de la comunidad mapuche, acusada de haber herido de una pedrada a una funcionaria durante un desalojo impulsado por una petrolera. http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-285276-2015-11-03.html
Por Darío Aranda
“Me quieren condenar por ser pobre, india y mujer”, afirmó la mapuche Relmu Ñamku durante el juicio en el que se la acusa de “intento de homicidio” por arrojar una piedra (en el marco de un conflicto territorial) y puede ser condenada a quince años de cárcel. Según la fiscal Sandra González Taboada, Ñamku arrojó la piedra que hirió a la auxiliar del Poder Judicial, Verónica Pelayes. Durante los seis días de audiencias declararon más de quince testigos, ninguno (salvo la denunciante) identificó a Ñamku como la responsable del piedrazo y dos médicos confirmaron que en ningún momento hubo riesgo de vida. Es el primer caso de América latina con jurado intercultural (la mitad son mapuches) y hoy se podría conocer la sentencia.
http://www.resumenlatinoamericano .org/wp-content/uploads/2015/10/todos- somos-relmu.jpg |
El 28 de diciembre de 2012, la auxiliar de Justicia Verónica Pelayes llegó hasta la comunidad mapuche Winkul Newen. Era el último día hábil antes de la feria judicial, y la jueza Ivonne San Martín ordenaba a la comunidad el ingreso de la petrolera Apache (le habían cerrado el paso por hechos de contaminación). El día terminó con Pelayes herida (rotura de tabique) y denuncia contra Ñamku, Martín Velázquez Maliqueo y Mauricio Rain.
Aunque ella sea juzgada por un Tribunal Intercultural donde la mitad de los son Mapuche, hecho impensable en Chile,los poderes en juego son enormes. |
En un primer momento fue por “lesiones”, pero luego la carátula fue cambiada por los fiscales Sandra González Taboada y Marcelo Jofré, y el abogado Julián Alvarez. Acusaron a Ñamku de “intento de homicidio” y “daño agravado” a Maliqueo y Rain. E instalaron en muchos medios provinciales que Pelayes estaba sola, que no se trataba de un desalojo y que se trató casi de una lapidación. Pelayes, en otra causa, demandó por 6,5 millones de pesos al Estado y a la petrolera.
Durante seis días de audiencias declararon más de quince testigos. Quedó confirmado que Pelayes concurrió con policías, empleados de la petrolera y una retroexcavadora (para levantar alambrados). Sólo Pelayes identificó a Ñamku como la responsable de su herida.
La fiscalía y Pelayes siempre afirmaron que la piedra que rompió el vidrio de la camioneta fue la misma que produjo la herida. Sin embargo, un testigo solicitado por la querella, el empleado Miguel Belani, aseguró ante el tribunal que Mauricio Rain fue quien arrojó esa piedra el 28 de diciembre de 2012.
Otra contradicción provino de José de la Rosa Cárdenas, médico de la policía de Zapala, y Jorgelina Carmona, perito forense del Poder Judicial. Ambos testigos por la querella acreditaron las lesiones, pero también descartaron que haya estado en riesgo la vida de la auxiliar. Pelayes, que declaró el jueves pasado, afirmó que recibió presiones de sus superiores para realizar la notificación y, una vez en el lugar, reconoció que el abogado de Apache, Mariano Brillo, la presionaba para lograr el ingreso de las camionetas petroleras.
El viernes declararon Martín Maliqueo y sus hermanas Violeta y Juana. Detallaron cómo la petrolera violaba los derechos indígenas, les cortaba la entrega de agua si reclamaban (es una zona desértica) y enumeraron una decena de represiones. Ayer fue el turno de Ñamku. Relató su historia de vida (fue adoptada de niña porque su madre biológica no podía criarla), cómo recuperó su identidad mapuche y precisó los numerosos hechos de violencia contra la comunidad. También recordó que, el día anterior al intento de desalojo, la comunidad había sepultado a una beba que nació con malformaciones (la comunidad apunta como causa a la contaminación). “En el banquillo de los acusados debieran estar los gerentes de las petroleras, el gobernador y sus ministros, y algunos funcionarios del Poder Judicial. Pero estoy yo, por ser pobre, india, mapuche, y mujer”, denunció Ñamku.
No comments:
Post a Comment