Monday, September 22, 2014

Terrorismo de Estado: una práctica recurrente de los poderosos en Chile


PARTE DE LA TRADICIÓN CHILENA:

Ver artículo en Radio Universidad de Chile: http://radio.uchile.cl/2014/09/17/de-terrorismo-infiltraciones-e-impunidades.  (¡Abrir y leer!)

El terrorismo de estado, en Chile, ha sido una herramienta permanente: cada vez que el poder socio-económico y sus poderes represivos se sienten tan solo un poco amenazados, mueven sus aparatos de mentira y desinformación para aumentar el factor miedo colectivo y justificar la represión de quienes puedan tener razones para exigir respeto a sus derechos fundamentales. Y estos, los que son reprimidos, los que viven con salarios miserables -refrendados por los gobiernos en forma vergonzosa-, sufren mayor violencia y amenazas. La amenaza del poder va contra los estudiantes, trabajadores en general, asalariados, pescadores, pueblos indígenas, mujeres, niños, ancianos desprovistos de pensiones dignas... Un país entero.

El terrorismo de Estado usa todos sus recursos, especialmente el de la mentira de los medios de información que, por repetirlos hasta el cansancio, silencian las luchas justas y necesarias, sin las cuales Chile no logrará ser un país democrático. Miremos a las grandes fortunas, su control sobre la sociedad y como el Estado -todo su aparato de poder administrativo, legal, policial y político- y podemos observar que las campañas relacionadas con este falso anarquismo, que es orquestada y hecha como las de la siniestra DINA de antes, son para beneficiar a los mismos de siempre. Cuando El Mercurio y/o los canales de TV lloran o "llaman a la cordura y a aplicar el rigor de la ley" es porque tienen una nueva y más violenta forma de enriquecerse y de reprimir.

La impunidad estatal, en sus crímenes anteriores y éxito inmoral para sus fortunas sólo tienen equivalentes en su enriquecimiento y en el intento de aterrorizar a la sociedad civil y los sectores que se han identificado con las luchas por sus derechos.

Nuevamente, un excelente artículo de Juan Pablo Cárdenas y del equipo de Radio Universidad de Chile.

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