La agenda final del gobierno: aumentar al máximo las ganancias de sus socios. Algo perfectamente enfermizo y enfermante.
Los bosques, los ríos, la minería, la
pesca, el agua potable, la energía, la educación, la salud y todas las áreas
donde puedan “optimizar” ganancias. Todo es para lucrar. Al mirar a
dicha agenda hay que pensar en los orígenes de estas fortunas y por qué hacen
lo que hacen. Es parte del pago original del plan de gobierno y, por otro lado,
es el pago para quienes les sirvieron fielmente. Ahora, para tomar un ejemplo,
discuten sobre el aumento de la “explotación forestal” en un 2% anual. No
importa la destrucción de los bosques y tierras Mapuche, la deforestación
natural y el crimen ecológico con las plantaciones masivas de pinos y
eucaliptos. Los Mapuche, los más afectados, rechazan con razones
sociales, culturales, económicas y de desarrollo este nuevo crimen y saqueo.
Siempre la mentalidad usurera de ganar al máximo y a cualquier precio.
Preguntamos ¿A quien le sirve esto? Si la aplicamos en cada campo del
aumento planeado para aumentar fortunas, veremos que ningún capo puede ser
explotado de ese modo sin destruir el país y empobrecer a todos nuestros
pueblos y negarles lo que es un futuro posible. Crecimiento y desarrollo en
Chile significa crecimiento de fortunas y nada más.
Nuevamente, el afán de lucrar, y rápido, del
Estado y del gobierno, es "lucrar rápido antes que se acabe". El
capitalismo, en sus orígenes históricos, "suponía" desarrollar el
potencial social, laboral, cultural y los recursos no reproducibles. (O por lo
menos lo pretendía aunque los obreros de las primeras sociedades
industrializadas vieron claramente que no había tal) Nada era para ser usado en
forma sensata, pensando en el mundo como un todo y en el futuro. Ese
capitalismo demuestra una vez más su mentalidad de "después de mí, el diluvio".
Las fortunas lo justifican.
Los magnates chilenos, desde que Pinochet tomó
el poder, hasta ahora, no han hecho sino depredar tierra, mar, ríos, aire,
naturaleza y polutar por todos lados. Las fortunas de los Luksic, Matte,
Angelini, Paulmann, Piñera no pueden crecer en su carrera criminal anti-social
y anti-naturaleza si no lo duplican sus fortunas. Permanentemente. No ven sino
sus fortunas y jamás podrán entender que el mundo debe ser un lugar de relación
fraternal, que mira los derechos de las personas de hoy y del futuro.
Imposible. Y mucho menos cuando se hicieron del poder por la fuerza y mantienen
sus agendas saqueadoras por la fuerza de sistema que crearon.
Es ese capitalismo criminal en un país con
recursos que piensa que tiene una oportunidad incomparable. Hacer de
Chile, un lugar de pocas pero muy grandes fortunas y, dejar el vacío, la
miseria y la inequidad. Hacerlo protegidos por el “sueño” de sociedad de
Pinochet, por sus equipos represivos, entrenados para obedecer, con asesinos que
sembraron la muerte y el terror… impunemente. Hacer un Haití, que fuera el
lugar que a Francia en su tiempo le diera más riquezas que todas las otras
colonias juntas. Así lo creen y así lo hacen. Un Proyecto para el que
no se necesita mucha inteligencia… aunque sí mucha desvergüenza. Y violencia
social y humana. Un proyecto inmoral que la sociedad civil no puede aceptar.
Para muestra, sigamos el origen de la fortuna de
uno de estos “pro-hombres” del régimen ver: http://elmolinoonline.com/?s=Paulmann en que se muestra de
donde vino su fortuna. Horst Paulmann es uno de ellos. Los otros solo se
diferencian en aspectos menores: todos lo han conseguido de igual forma.
Paulmann es hoy dueño de las cadenas de supermercados de Chile y, ha comprado
las de Colombia. El expansionismo es como un cáncer. El dueño de CENCOSUD
compró la cadena de supermercados Carrefour por 2.6000 millones de
dólares. Eso es la cuarta parte de lo que se estima su fortuna conocida. Fuera
de sus lazos nazis y con Pinochet, fue uno de los apoyos básicos de la Colonia
Dignidad. Su carácter de megalo manía y los orígenes de su fortuna han sido
descritos en muchos libros. "Los Pasos del Elefante. El Imperio de
Herr Paulmann". Paulina Andrade y
Marcelo Cerda, autores, indican como, “en medio siglo, convirtió a un modesto
inmigrante alemán, asilado en el emblema de un amigable paquidermo, (y dueño de
una hostería en el sur hace cincuenta años), se transformó en una de las
mayores fortunas del continente, dueño de Costanera Center, la torre
más alta de América Latina, y verdadero zar del negocio del retail, que con
Cencosud hoy extiende sus tentáculos por varios países de la región”.
El factor protectivo de Pinochet en la
generación de las fortunas hoy dominantes no es para negarlo en su caso ni en
ninguno de estos magnates. El golpe de Estado tuvo ese objetivo como central.
El Premio Nóbel de Economía de 1976, Milton Friedman, con sus Chicago boys lo tenían muy claro. Los que le entregaron el país para ese
experimento único: Establecer la economía más agresiva, deshumanizada posible
también pensaban de ese modo. El todo con el control total y sin ninguna forma
de oposición para que se hiciera. Henry Kissinger, otro Premio Nóbel, pero de
la Paz, por haber sido un director de orquesta fenomenal de los crímenes en
Vietnam y otros lugares del mundo, les dio la bendición también. (¡Kissinger es
considerado hoy, en muchos países, un criminal de lesa humanidad...!) Haber
tenido el paraguas y la admiración y apoyo de Pinochet significa eso. Y no otra
cosa: hacerlos millonarios y ofrecer al mundo un experimento infalible… porque
la represión permitiría eso y mucho más. Para confirmarlo, miren cada magnate y
como "progresaron" bajo la dictadura.
Nuevamente, vale la pena leer el libro de Naomi
Klein: “La doctrina de Shock” (ver en YouTube: www.youtube.com/watch?v=kVVnzaKiKyQ ) o, con más
detalles, leer su libro que hoy es relativamente barato (en Chile es más caro
porque se le aplica el IVA…!) Su libro tiene la particularidad de entrelazar la
economía de Friedman y de sus socios con Pinochet. Economía y tortura van de la mano. Aunque presidentes y la prensa
oficial del duopolio chileno lo escondan. El Mercurio, La Tercera, la TV de
Piñera antes y de Luksic hoy y esa ralea de especuladores economistas que
recorre el mundo haciéndose pasar por demócratas y sabios.
Las luchas de la sociedad civil chilena,
incluyendo a los pueblos indígenas, cuyas agendas tienen aún más factores a
considerar y a reparar, son ahora inmensas. Lo importante es que la unidad de
acción se entienda para poder, finalmente, establecer una sociedad digna,
hermana, con equidad, justicia y con los mecanismos que permitan que exista la
libertad y el bienestar –que es posible sin duda alguna- para todos los que
habiten este país. El desconocimiento de la supuesta democracia y de sus
sistemas de “transparencia”, como Elecciones manipuladas, Justicia clasista y
racista, parlamento carísimo e inútil, esa Preferencia por el lucro y la
represión que impone esta sociedad de la obediencia total o castigo, nos debe llevar a
terminar con ella. Pero es tarea de todos. Los que tengan sus intereses
mezclados en esa basura piensan en su bolsillo… y protegen este, “su sistema”.
Curiosamente, el pueblo mapuche, en su lucha
ejemplar, que ha permitido que todo Chile le pierda miedo al monstruo
construido por el dictador y sus socios, ha visto claro. La sociedad civil va
aprendiendo. En Chile y en otros lados vemos el mismo fenómeno de indignación.
Los pescadores, las comunas afectadas, los pobladores, los sin agua, los sin
escuelas gratuitas e infames, los que protegen sus regiones,.. aquellos cuyos derechos no son
considerados para nada, están caminando para una vida digna que los respete.
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