Saturday, January 1, 2011

2011 en Chile: Ética del Estado y urgencia por alcanzar un amplio respeto por los Derechos Humanos.




El Ciudadano, en un artículo reciente (http://www.elciudadano.cl/2011/01/01/pinera-la-etica-y-la-ley/ ) plantea los problemas de ética y comportamiento de los gobernantes. Debemos sacar conclusiones utilizables ya. Esto implica identificar quienes mandan, quienes se benefician y quienes sufren. El camino a seguir debe ser rápido y profundamente respetuoso. El caso usado es nada menos que el Presidente de Chile que ya lleva un año bajo el escrutinio de los medios en Chile y en el extranjero donde pretende identificarse con “los grandes”. Es una situación muy artificial, confusa que generan enormes frustraciones y distorsiones en lo que quisiéramos fuera un avance claro, evidente, seguro de tipo democrático.

La información, conocida ya por muchos, refuerza una inquietante imagen de mediocridad cultural y humana que se hace evidente. Él y algunos ministros-empresarios, por ejemplo, salen con “el mejor programa educacional” y sólo vemos finanzas; grandes cambios educacionales sin tener claro ni que es educación. La conducta del presidente deja ver un hombre que se esconde, siempre preocupado de su fortuna colosal. Políticamente usa frases grandilocuentes vacías de sentido pero con gran sentido de oportunismo mediático. P Arrinconado políticamente promete sin sentido, no habla con trabajadores, pueblo, estudiantes presos políticos: habla, no dialoga y no se ve razonamientos compartidos. Sabe escapar de una situación con promesas que no cumple. Quiere promover paz y tranquilidad pero estimula el miedo ante la policía, llegando incluso, a visitar al GOPE antes de salir a la calle para un día con montaje como: “día del combatiente” que no fue.

1.    No ha demostrado ser capaz de hablar directamente con los presos mapuche en huelga de hambre y, para sacarse el problema de encima, los deslegitimó, inventó falsedades sobre ellos, prometió en falso. Inventó “su diálogo” que nadie reconoce o respeta. Y nada ha cambiado. Chile viola los tratados de DDHH’s firmados.
2.    Sus conflictos de interés son muchos (LAN, fútbol, Televisión, finanzas especulativas) a las que se agregan las cerca de 100 mil hectáreas de tierras mapuche en Chiloé que comprara con ventajas abusivas y a un precio inaceptable en el contexto internacional para los pueblos indígenas. Personas respetables le advirtieron de no hacerlo pero él rechazó escuchar. Ahora está amarrado y no quiere ir a la fase de verdaderas negociaciones sobre las grandes demandas del pueblo mapuche: las tierras y sus derechos. Nada ha hecho para resolver su problema –le duele, le saca el cuerpo a lo inevitable. Y esto le impide actuar moral y libremente en resolver un conflicto mayor del Estado con el pueblo mapuche.
3.    Las leyes anti-terrorista y de Justicia Militar y sus testigos protegidos lo muestran como es: incapaz de hablar directo y con honradez.
4.    La falta de respeto por las comunidades mapuche, por los niños, por esas largas detenciones sin opciones de un debido proceso que, típicamente, transforma esas detenciones en tortura y muestran su cero compromiso con los juicios justos. Promesas falsas son palabras falsas. Si vienen del Presidente el problema es grave.
5.    Su compromiso con la represión es constante y su persistencia con sus ganancias en negociados y actividades especulativas (ese es su negocio) pone muy claro sus intereses principales: el mismo de sus grandes socios nacionales para los que gobierna.
6.    La privatización, como única y errada forma de entender que es gobernar, en todo tipo de servicios, incluyendo los que deben ser derechos fundamentales para los chilenos, lleva al país a la debacle. Aunque le parezca una bonanza para los negociantes de cada una de esas áreas (educación, agua, energía, mar, mineras, educación, comunicaciones, para contar unas pocas) retrocede al país en lo democrático, en equidad y Justicia. Llena así el campo con financiamiento a un apoyo represivo. Uso del parlamentaria para cubrir interés de forestales, mineras y favorece la persistencia de información para sus asociados.
7.    Su interés de "repetirse el plato", es decir, los manifiesta, legisla para ello y establece una agenda de re-elección.

No tener sensibilidad social y no conectar lo que dice en DDHH’s con realidades que se alejan de un camino hacia lo democrático van mostrando un vacío de liderazgo con fundamentos humanos. Y esto dentro de un contexto de dramas mayores nacionales.  Peor: nada en su actuar indica que tratará de promover un Parlamento sin manoseo binominal, tampoco el desarrollo para establecer una Constitución legítima, participativa, con procesos electorales congruentes con un futuro nacional de progreso global. Y estas son necesidades si se quiere ir hacia la democracia. Todos saben esto.

Es decir, el plan parece ser que haya “negocios a como sea”, promesas que no se cumplen (es decir, mentiras), ausencia de respuestas a las necesidades del país y completo sometimiento a los intereses de unos pocos y de los inversionistas. La manera de encerrar temas importantes y de esconderlos de la opinión pública, de impedir transparencia, de no querer usar el Convenio 169 de la OIT ni entender el principio de coherencia entre decir y hacer lo aísla y muestra una tendencia hacia una sociedad de tipo cada vez más mercenaria. Lo sucedido en ciertos campos donde grandes fortunas se hacen mayores y despreciando los derechos y esperanzas de sectores modestos amplísimo se muestra como una lacra (Mina Los Pelambres y otras minas, Hidroempresas, Marítimas, Transportes y, dentro de ese contexto vemos que sus propias finanzas interfieren con la política: su propiedad de tierras ancestrales mapuche, es decir, el asunto de Tantauco, retardan una agenda urgente.

Hay mucho más pero, de seguro nada salva la imagen de un "estadista" si no vemos una ética respetable para el cargo. No saber ponerse al nivel del pueblo y sólo ponerse por encima de todo y todos.  Un cuadro en que se ve mucha, demasiada, sonrisa, dinero, éxitos inexplicables, sin respeto para las necesidades y sufrimiento por el pueblo. No se ve ya nada concreto que pretenda cumplir con sus promesas electorales. Pero sus promesas... son eso: tácticas de especulación financiera y nada más. ¿Puede mejorar? ¿Entiende que justicia, equidad y reparación, amplia, genuina, juicios justos para todos, incluidos los que están protegidos y viven en jaulas de oro, son partes de un mismo problemas, dedos de una misma mano? ¿El drama carcelario lo ha visto de cerca, entre los presos comunes pero también entre los presos políticos que reniega y que pasan años de miseria familiar, comunitaria sin justicia alguna? ¿Ha leído, entendiendo lo que dicen, los informes sobre DDHH’s?

En esta identificación con una "oposición” coludida en negociados mayores como las Royalties mineras, el pueblo está aprendiendo a centrarse en sus problemas, en establecer sus demandas y exigir derechos que les han sido negados mediante desinformación, control y represión de sindicatos y, cuando se necesita, usando la represión tradicional, rápidamente implementada y glorificada por el sistema. Y es esta actitud que se viene produciendo en forma sistemática. Los pueblos de Chile, los trabajadores, estudiantes, mapuche, incluso los Rapa Nui tan lejanos del continente y tan excluidos y brutalizados como cualquier chileno modesto, han aprendido que sólo pueden defenderse ellos mismos, imponiendo esta creciente demanda de tener derecho a ser considerados personas. Es decir, a tener derechos.

Esta nueva fase va a definir el camino hacia donde se mueve este país que quiere justicia, derechos, equidad y una vida en que se practique el respeto para todos y cada uno. Donde las personas sean el centro del esfuerzo nacional y el futuro para todos, un principio inviolable. Pero los tratados de DDHH's, de protección firmados son sólo mentiras al aire, ya por mucho tiempo. Hay cansancio de esta larga espera sin democracia, promesas y represión con fortunas siempre exigiendo más.

Hay entonces, un desafío político para el país entero: ¿somos capaces de responder a él de manera responsable? Las elites político-económicas no saben responder y no parecen preocupadas. Las instancias supuestamente democráticas no parecen preocuparse por dar respuestas humanas, respetables y respetuosas. La ley de “el fin justifica los medios” los tocó muy profundo y parecen no tener forma ni deseos de cambiar.

Por ello, sólo las demandas por los derechos fundamentales nos permitirán entender cuales son las necesidades y, partiendo de las necesidades reales y que el pueblo pone como prioridad nos debiera permitir avanzar en los derechos humanos de un país entero, que irá aprendiendo a exigir derechos y respeto. ¿Somos capaces? Pienso que sí y que todos debemos cooperar con actitudes que corresponden. Todos… porque Chile tiene enormes necesidades en derechos humanos: niños desaparecido o torturados, presos; trabajadores en todos los campos; estudiantes sin futuro ni destino, profesores marginados; empleados y campesinos excluidos. Pescadores, mineros de verdad (no dueños de minerales inmensos cuya justificación como propietarios es imposible de entender…) Derechos y más derechos olvidados, postergados que no pueden seguir esperando.

Y los derechos son muy simples, fundamentales: no están para negociarse sino para cumplirse.

Desde Canadá, 1 de enero 2011
Dr. José Venturelli, Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética Contra la Tortura.

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