Chile
ante el mundo y su ausencia de respuesta honrada ante las acusaciones que se le
hacen:
(ver http://radio.uchile.cl/2014/01/31/chile-rechaza-observaciones-por-ley-antiterrorista-aborto-y-discriminacion#comments)
Si uno compara la
respuesta del gobierno chileno ante las críticas emitidas por el Examen Permanente Universal -EPU- en la
reunión de Naciones Unidas, en Ginebra, no se puede dejar de concluir que la respuesta es
del mismo tipo de las que daba el dictador Pinochet cuando se le indicaba que
la represión, en sus diversas formas, se llevaba a cabo en Chile. El gobierno,
como en el pasado, reniega de culpabilidad alguna.
Pone al país ante una situación vergonzosa y no ofrece
soluciones para problemas que la sociedad civil ha venido denunciando en forma
sistemática. Los problemas más serios los deja para un nuevo gobierno: que sea
educación, medio ambiente (caso de HidroAysén), explotación minera y del mar,
uso privado criminal del agua, represión contra el pueblo Mapuche y la ausencia
de negociaciones positivas en que se sigan y respeten los principios del
Convenio 169 de la OIT en el que debe considerarse al pueblo para todas y cada
una de las posibles negociaciones. Fuera de aumentar las ganancias de unos
pocos y comprometer el futuro del país y de sus pueblos, no hay mucho más que
anotar. Este año se ha empleado con una orquestación de la represión contra el Mapuche y el negar que justicia sea hecha.
La ausencia de mejoramiento en los campos de los
derechos humanos de los pueblos indígenas, de la la Ley Anti-Terrorista que
Naciones Unidas repetitivamente ha indicado debe ser suprimida. La persistencia
de la violación del derecho de las mujeres ante su salud reproductiva y el
carácter regresivo de las leyes que se han propuesto por el gobierno todas
muestran una actitud similar a la del dictador. Con una sonrisa no se resuelve
el problema. Menos con el intento de ignorar las deficiencias groseras en DH's
que hiciera el mismo presidente Piñera ante el informe sobre los derechos
Humanos hecho por el Instituto Nacional de Derechos Humanos. Otro tanto es la
ausencia de respuesta y de acciones de justicia y democráticas que continúan
oponiéndose a otros informes sobre DH's como los presentados por la Universidad
Diego Portales y por la Comisión Ética Contra la Tortura. Las denuncias hechas son
sobre acciones concretas, basados en evidencias, con personas lesionadas,
encarceladas, con comunidades asaltadas con medidas de una guerra sucia que
continúa. Incluso con menores encarcelados bajo el uso de la Ley
Anti-Terrorismo y que luego son condenados. Exigir la anulación de juicios
en el que el gobierno solo pudo demostrar su rabia y su actitud represiva
contra todo el pueblo Mapuche. Al mismo tiempo, muestra su intervencionismo
anti-democrático cuando "su ley" no le funciona para castigar a
inocentes. El caso de Daniel Melinao es muy claro en este respecto.
Que no quede duda: el gobierno de Piñera
ha hablado mucho y hecho nada en los temas de represión y violación de los
derechos de los pueblos indígenas. Sus intentos de legislación en el campo de
los derechos humanos fueron todos para aumentar la represión y seguir
aplastando derechos tan simples como los de protesta, de información y del
Debido Proceso Penal. En el terreno del medio ambiente y de la recuperación de
los recursos nacionales para mejorar la equidad, su resultado ha sido
catastrófico.
El
juicio que se inicia en Temuco el 3 de febrero contra el Machi Celestino
Córdova viene con la marca del gobierno mismo: dado ahora por el Ministro del
Interior, Andrés Chadwick. Es la marca del pinochetismo puro. No esconde su origen ni
su estilo de siempre, desde aquella juventud en la que se jactaba de ser un
emisario y ejecutor de las exigencias del tirano.
Desde el primer momento, al "tener
alguien a quien acusar", con su mentalidad castigadora y de utilización de
los dramas terribles como el caso de Vilcún, en el que se asesinó a la pareja
Luchsinger-Mackay, el ministro Chadwick ha lanzado todos sus recursos
represivos: ley anti-terrorista, petición de Cadena Perpetua, aislamiento por
todos los medios posibles mientras está preso, mantenerlo preso por más de un
año sin avanzar en nada la investigación seria de un caso importante en el que
el ministro solo ha buscado el linchamiento legal de un Machi, sin poder
mostrar evidencias. Peor, ha usado todos los recursos para mostrar al Machi
como un terrorista, un asesino al que todos los apremios que él y el Ministerio
Público lancen contra el Machi, serán pocos. La prensa adicta antes al dictador
y hoy siempre fiel a esos preceptos, no lo hace nada diferente. Hoy (31 de
enero 2014) El Mercurio habla de que se "Coordinan medidas de seguridad para el juicio contra Celestino Córdova"
(página C-14). Es preparar a la opinión pública para este linchamiento que
muestra la violación absoluta del Debido Proceso.
También muestra la falta de respeto para
la familia Luchsinger porque los han tratado de embarcar en un linchamiento seudo-legal sin
haber podido mostrar los elementos de evidencia necesarios. Los usa como
"sus aliados" y no hace el trabajo de mostrar un trabajo impecable de
justicia y de respeto de los derechos humanos para todos, incluida la misma
familia de las víctimas. Nada les ha mostrado fuera de su ira incontenible
contra un pueblo que el ministro hace "su enemigo" y quiere mantener
en la miseria. Pero, de justicia no hay nada que decir: busca aplausos sin
justicia real.
Es un acto irresponsable, sin lugar a
dudas, y en el que la política de represión contra el pueblo Mapuche destila
racismo y falta el respeto a los concepto democráticos más elementales. El ministro
no sabe, no puede ni quiere mostrar una cara sin sus sesgos políticos. Es un
victimario: a Celestino Córdova él lo ha hecho una víctima de conveniencia para
sus fines políticos.
¿Cuál va a ser la respuesta del nuevo
gobierno ante el Examen Permanente Universal de Naciones Unidas y ante los
casos emblemáticos de injusticia como los que hemos visto estos años? ¿Va a
mostrar una cara genuinamente democrática en la que se implementen los
convenios y tratados firmados por los derechos humanos o se va a seguir con las
actitudes evasivas y sin compromiso?
¿Cuál va a ser la respuesta del nuevo gobierno ante el Examen Permanente Universal de Naciones Unidas y ante los casos emblemáticos de injusticia como los que hemos visto estos años? ¿Va a mostrar una cara genuinamente democrática en la que se implementen los convenios y tratados firmados por los derechos humanos o se va a seguir con las actitudes evasivas y sin compromiso?
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