Los juicios en Chile, cuando son contra quienes exigen sus derechos y aquellos de los pueblos indígenas, pueden repetirse hasta que den náuseas... La idea es mantenerlos amarrados, sin libertad: sometidos. Pero, si se trata de apelar un crimen de un hijo de un Senador de la UDI, como el caso de Martín Larraín, entonces todo se puede encubrir y manipular. Ahora, pese a que la Fiscalía "pide un nuevo juicio", el Estado se las arregla para que este no se pueda hacer. "Sería ilegal". Aunque se sepa el primer juicio fue falseado completamente. http://www.biobiochile.cl/2015/02/17/corte-rechaza-recurso-contra-jueces-que-absolvieron-a-martin-larrain.shtml. A la familia víctima se les impone ir a la Corte InterAmericana de Derechos Humanos que toma 6 años en aceptarlo, y otros 6 en dictaminar. Y, como sucede con los condenados Mapuche que tuvieron largas condenas y siguen con los estigmas de terrorista recientemente juzgados en esa Corte, el gobierno chileno, desconoce y no aplica el veredicto condenatorio para a Justicia "a la chilena".
Las dictaduras del Cono Sur tuvieron la inteligencia (¡que me perdone la palabra inteligencia cuando se trata de su uso en el caso de los criminales de lesa humanidad!) de llevar adelante crímenes coordinados. El Plan Cóndor y la Operación Columbo fueron evidencia de ello. Muchos de los criminales siguen sueltos. Pero se viene otro juicio, en Italia, contra esos criminales.
Si bien en Argentina la represión fue aún más brutal, la Justicia en la última década ha sido más estricta y eficiente que en Chile. Y de lejos. Hoy, Chile sigue manteniendo estos juicios de marras que nos siguen vendiendo como "transparencia". Lo hacen silenciosamente, en el nuevo estilo del gobierno.
En Chile, donde hemos visto la colusión entre los poderes del Estado durante y después de la dictadura, el Poder Judicial ha mantenido una actitud de enorme sesgo. Ocasionalmente han dictaminado adecuadamente pero, en general la mayoría de los criminales de lesa humanidad han sido protegidos, amnistiados, se les han dado sentencias suspendidas, se les detiene en cárceles de oro, etc, etc. Incluso, en el caso de militares enjuiciados en Italia, como es el caso de Adolfo Podlech, por el crimen de Omar Venturelli, se les protege y "se les consigue la libertad"... para luego volver a ser detenido en Chile a raíz de su participación en el Plan Cóndor. (http://2014.kaosenlared.net/secciones/89301-chile-ni-inocente-ni-libre-est%C3%A1-adolfo-podlech-es-reo-con-privilegios )
En Argentina, como lo muestra el artículo anexo ( http://www.laizquierdadiario.com/Murio-Julio-Cesar-Strassera?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=Newsletter ) donde el crimen de la dictadura fue mayor en número que en Chile (aunque siempre con la misma barbarie y falta de democracia) los poderes fácticos tratan de "blanquear" algunos Jueces que sí fueron asociados con la represión (caso de Juez Julio Cesar Strassera que discute el artículo).
En estos días, en Chile, después de tres dictámenes que rechazan el uso de testigos protegidos en el intento de juicio-linchamiento contra el joven Emilio Berkhoff, en Cañete, vemos que, luego de que la Corte Suprema rechazara juicios donde se use a falsos testigos, -protegidos, "comprados", o delincuentes que "declaran con montajes" que les permiten bajar sus propias condenas- hay un nuevo juicio-linchamiento. La semana próxima, en Cañete, se vuelve a intentar usar esos testigos espurios, que ningún sistema democrático aceptaría como elegibles. La Corte de Apelaciones de Concepción permite que los "testimonios" de esos individuos sean escuchados mediante la presentación que de ellos hagan los detectives y carabineros que los hayan escuchado.
Es decir, se le da veracidad a lo que es inaceptable según el Debido Proceso. Así, la policía pasa a ser, fuera de represores que detienen sin razones válidas, investigadores, de presentadores de montajes a, también, actuar como verdaderos jueces al permitirle a la Fiscalía condenar lo que exigiera el ex-Ministro Andrés Chadwick.
¿Es esta la justicia que defiende el estado de Chile?
¿Por qué el gobierno, es decir, la Presidenta, el Ministro del interior y Ministro de Justicia siguen insistiendo en estos juicios que fueron llevados adelante por el archi-derechista y "regalón de Pinochet" quien brillara como fascista en sus años mozos? Si el gobierno tuviera una mínima base de sentido democrático y de respeto por el Debido Proceso y por los derechos penales, ya los habrían eliminado. El caso de Berkhoff y varios otros.
El Gobierno falla en cumplir con la protección contra el abuso y las violaciones que el Estado persiste en hacer contra quienes defienden sus derechos y los de los pueblos indígenas de Chile. Mantienen silencio también en el caso Caimanes, donde el Klan Luksic se ríe del dictamen de la Corte Suprema por las violaciones que la Mina los Pelambres continúa haciendo.
¿Será capaz el sistema judicial de Chile de impedir esta repetición y burla de juicios "a la Pinochet"?
Porque esa alternativa, la que es justa y legal, es lo único que debería suceder al abrirse el juicio la semana próxima, el 3 de marzo, en Cañete.
ANEXO: