El sistema penal-carcelario agrega insulto e injuria al daño de las injusticias impuestas por juicios que violan el debido derecho y el proceso de justicia.
No hay duda que las
condiciones carcelarias de los presos políticos mapuche –ppm’s- son pésimas. Todo es injusticia y funciona bajo un sistema
administrativo permitido por una Constitución ilegitima. Quienes la aplican siguen
acostumbrados “a que se les obedezca” o, de lo contrario, se castiga. Pinochet
re-editado post-mortem. Situaciones similares a las de los “casos bombas”,
cuyos juicios revelaron los mismos patrones de inmoralidad y de manipulación
por parte del Ministerio Público, por el mismo Ministro del interior y por sus
fiscales fundamentalistas y mentirosos. Es
el Estado de injusticia permanente por mucho que tengan las frases, los
edificios y la fuerza impositiva: pero la razón y la legitimidad no están en
venta, ciudadanos.
Condiciones francamente
inhumanas. He tenido la oportunidad de verlas en detalle en mis repetidas
visitas a estos presos. Las condiciones físicas son deplorables. He visto como
colocan a 3 y 4 personas en un espacio de 5 metros cuadrados, con ventanas
rotas, sin recursos higiénicos ni mínimamente decentes, sin agua caliente ni acceso a las actividades
humanizantes que los convenios mundiales exigen. Quedan encerrados tres presos, o cuatro, en
un camarote de tres “literas”, una sobre otra y en las cuales no logra sentarse
una persona. Agréguenle a ese espacio una cuarta persona en un camastro de
campaña en el espacio lateral y enciérrelos desde las 3,30 pm hasta las 9:30h
del día siguiente. Sumen el constante
asedio y las actitudes denigrantes, fuera de la prohibición de mantenerse
informados, de poder usar un ordenador para escribir, estudiar y mantenerse
humanos. Persisten las vejaciones a las
familias y las condiciones que el gobierno Pinera prometió, al fin de la huelga
de hambre histórica, en nada han cambiado. Impedirles que los presos políticos
puedan estar juntos, en lo que se llama el Modulo Mapuche es otra violación a esos acuerdos. Sádica.
Impiden así que se exprese la
solidaridad fundamental y que debe ser inviolable, entre los mismos miembros
del pueblo Mapuche. Esta debe ser inviolable, independiente de las acusaciones
que el Estado y su equipo represivo pueda inventar. Sabemos que las acusaciones
al mapuche siempre se criminalizan. Lo hacen los presidentes y lo hace
carabineros. Es norma nacional. Mantener la solidaridad entre Mapuche, lo
aprendemos, debe ser también una norma nacional. Jamás permitir que se los aísle.
Jamás.
No hay
duda que las condiciones carcelarias de los ppm's son pésimas, inhumanas y hay
que luchar por denunciarlo. Se debe exigir condiciones de "encarcelamiento
humanas" y de acuerdo con las obligaciones que el Estado debería
cumplir. Son condiciones peores que las de los presos comunes, me refiero a los
de la cárcel de San Miguel donde murieron 81 detenido, gracias a un sistema que
“sin querer queriendo” los dejara morir en el hacinamiento y el desprecio
social. Chile ha firmado esos y otros tratados. Sin embargo, ni para los presos
políticos ni para los delincuentes comunes estas normas son respetadas. Pero
en el caso de los presos condenados por crímenes de lesa humanidad, (es
decir, menos del 15% de los criminales de la dictadura que deberían de haber
sido procesados), esos viven en condiciones de prisiones que son jaulas de
oro. La mayoría de ese tipo de delincuentes vive en sus casas dado
que sus juicios terminan en sobreseimiento o en condenas remitidas, con
formalidades ridículas que "los obligan" a firmar una vez
al mes o ni siquiera eso. Y, por ultimo, están los Presos Aristocráticos:
ellos pueden permitirse, incluso, organizar homenajes al dictador o a otro
criminal como ellos (el deplorable caso del Brigadier General Miguel Krassnoff)
Y, para cerrar el circulo de la ignominia, la Corte de Apelaciones, fiel a su
tradición de anuencia con la represión,
les da el apoyo de legitimidad que insulta a las victimas y al país entero.
Se hace
mofa de las leyes y de la legitimidad de la necesidad de Justicia para con los
criminales de lesa humanidad, y en gravísimo contraste con el de los presos políticos
mapuche o no mapuche. El Estado y Poder
establecido chileno continuaron con sus ascensos militares hasta el nivel de
General. Esos grados requieren de la autorización del Presidente (o Presidenta)
y de otros poderes del Estado. Alfonso Podlech no tuvo problemas en decirlo al
aterrizar en Pudahuel al regresar a Chile, luego del "Perdonazo" que recibió
(no sabemos si por intervenciones divinas entre el Gobierno chileno y el
ex-Primer Ministro Berlusconi, cuando el Presidente Piñera lo visitara
poco tiempo antes de su inexplicable sobreseimiento (liberación y retorno
a Chile) Podlech, mientras era
procesado por crímenes de lesa humanidad, según lo dice él
mismo en el aeropuerto al regresar, recibió nada menos que el grado de
General. Lo atribuye a un acto milagroso y al que quiere valorar como
una forma de justicia... No hay duda del milagro porque nadie que sabía de
su caso lo esperaba: las evidencias eran muy pesadas. Fuera
de cárceles de oro, salen premiados por el Estado y Gobierno de
Chile. Dice Podlech en junio 2011, ya general: "Realmente siento
una inmensa alegría. Doy gracias a Dios y al Espíritu Santo porque realmente me
dio salud, que es lo más importante", fueron parte de sus primeras
palabras, y agregó: "En estos tres años no
tuve ni siquiera un resfrío, Dios me dio fuerza, resistencia, coraje. Yo,
que siendo subteniente de reserva entré al Ejército y me nombraron mayor, ahora
en la cárcel ascendí a general, por el aprecio que me tenían". ¡No hay dudas que es un verdadero milagro!
En el
caso de abusos repetidos contra los presos políticos en las prisiones debemos
considerar que es también responsabilidad del colectivo de Derechos Humanos y
de los abogados democráticos, insistir en el respeto de dichos derechos. Extraerles
sangre para exámenes de ADN no tiene base alguna y se enmarca en el simple
abuso que viene dándose desde la misma dictadura. Si el preso se niega, se los
hacen por la fuerza y/o se le niegan los magros beneficios carcelarios de los
perseguidos políticos. Sucedió con los presos de los casos bombas que fueron torturados para extraérselos y que fueron
mantenidos 8 meses en regímenes de 23 horas diarias en la oscuridad forzada… Presos
acusados como terroristas, criminales, aun sin juicio, son amenazados con
condenas a perpetuidad son un patrón del sistema chileno.. Las maquinarias de “formación
de represores” (tipo Escuela de las Américas o las que se hacen ahora –en Chile,
en Con-Con- u otras, dirigidas a reprimir a la sociedad civil, continúan en pie
y son justificadas por el Estado. El Informe
2011 de la OMCT y la Federación Internacional de Derechos Humanos - FIDH, “La
perseverancia del testimonio”, nos lo muestran con claridad. Los
Observadores de Derechos Humanos que visitan a presos políticos son acosados e
intimidados a pesar de que el gobierno insista en que no sucede. Lo he visto
personalmente en Temuco, en Angol, en Santiago y Chol-Chol.
Organizaciones
como CECT, el INDH y CODEPU (así como otros grupos de DDHH's,
abogados, la Defensoría Penal Nacional y la Mapuche, y
Parlamentarios y personalidades deben exigir condiciones aceptables de
vida para los presos políticos mapuche. He visitado esas cárcel en
muchas ocasiones y confirmo sin restricciones las expresiones de los ppm's. FUERTE ENFRENTAMIENTO ENTRE PRESOS POLITICOS MAPUCHE Y
GENDARMERIA DE CHILE EN ANGOL Gendarmería
deja a nuevos comuneros detenidos del Lof Chekenco en módulo de presos comunes.
Es siempre
tiempo para exigir evidencias para detenciones racistas y políticas
por inadmisibles en un sistema normal de justicia. Pero Chile no tiene ese sistema: los seis
detenidos adicionales en Angol en estos últimos dos meses sufren montajes.
Obviamente el Ministerio Público y el gobierno, que no tienen respeto por las
normas legales y legítimas de procesamiento judicial y
de Gendarmería, están volviendo a aumentar el número de presos políticos
mapuche. En el 2009 había 114 presos políticos mapuche. Una
vez hechos los juicios de Cañete y de Temuco, se llegó a
una cantidad en torno a los 10 a 15 presos. Pero como persiste el enfoque de la
"puerta giratoria" que hacen funcionar incluso sin uso de la Ley
Anti-Terrorista, estos números están aumentando. Y no se usa el
Convenio 169 de la OIT que debe ser obligatorio.
Hace tres
años, cuando Chile fue llamado a justificar el maltrato y
la represión contra el pueblo Mapuche en la reunión de
la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra quedó claro que la represión
existía. En el 2013 "Chile" debe mostrar sus avances en justicia… pero lo que vemos, los
“casos bombas”, el trato al Mapuche, a estudiantes, a comuneros de Caimanes, en Aysén, no lo permitirán
El informe de Naciones Unidas, LOS
DERECHOS HUMANOS Y LAS PRISIONES (Guía para el instructor en derechos humanos para
funcionarios de prisiones) que fue publicado en 2005
no ha pasado por las oficinas de Gendarmería como documento clave formativo
para su personal, ni menos bajo los ojos presidenciales o de los Ministerios Público
y del Interior. Los pueblos de Chile lo saben y la falsa transparencia que el
Estado y Gobierno pretenden tener, lleva a que la indignación por la violación de
estos derechos aumente.