Artículos de interés en DDHH's y Justicia

Friday, March 13, 2015

Las Universidades para generar un país democrático deben ser de calidad, de acceso libre y sin orientación a lucrar


Y que exista un estado de justicia y democracia: 

No hay duda que las Universidades, en las diversas sociedades que están insertas, tienden a priorizar las necesidades que esas mismas sociedades establecen como importantes. La historia del mundo nos permite confirmarlo en cada país. Los sesgos e imposiciones que se hacen a los países cuando los grupos de poder dominan el campo político, social y económico, son más que evidente. Refleja la tendencia humana a obtener control a cualquier precio, imponiendo la represión sin siquiera arrugarse. La inequidad es clasista.

La dictadura en Chile fue muy clara. Cuando tomó el poder y luego que el gobierno militar hiciera sus razzias y persiguiera miles de docentes, estudiantes y funcionarios conocimos de los desaparecidos, muertos, torturados: de tantos jóvenes, de profesores perseguidos que fueron, incluso, a dar, entre los desaparecidos de planes siniestros como La Caravana de la Muerte y El Plan Cóndor para nombrar sólo un par de ellos. La misma dictadura y seguidores han hecho todo para mantener la impunidad de los responsables.

¿A quién sirve la UC? ¿A Chile o al negociado? (http://www.elmostrador.cl/opinion/2015/03/12/a-quien-sirve-la-uc-a-chile-o-al-negociado/)  

Para apoyar lo que los estudiantes de la UC dicen en su artículo, debemos recordar el hecho de que la dictadura hizo desaparecer muchos programas universitarios. Desarticuló la Universidad de Chile con el pretexto de crear Universidades en las provincias… No vamos a discutir el centralismo que siempre ha existido en Chile (y que es peor ahora que antes): la dictadura al “re-armar” las universidades en provincias se preocupó de armar un poder propio, totalmente sumiso a los lineamientos del gobierno militar y de los poderes económicos que transformaban al país para ponerlo al servicio del lucro, de los magnates y de los inversionistas extranjeros que exigían un país puesto en remate, con todas las garantías para los especuladores nacionales y extranjeros.  Luego se estimuló y privatizó la educación donde hasta un miembro de la Junta militar establecía “su propia universidad”.  Las mentalidades represivas y mediocres buscaban la eterna pretensión de creerse superiores. 

Tejedoras populares en Población Raúl Silva Hernríquez 1978
Una vision de la Universidad y de la libertad o represión.
Sus arpilleras fueron una voz de denuncia que hacían salir al exterior
La desaparición, junto con los estudiantes, profesores y funcionarios de las universidades, del Instituto Pedagógico, de la estructura nacional de las Universidades Técnica del Estado (hoy U de Santiago) o de la Universidad de Chile fue justificado bajo los montajes de que esas casas universitarias tenían una gran influencia en la sociedad y un predominio de un pensamiento social, que enfocaba el respeto de los derechos humanos y sociales de los pueblos de Chile. Que nadie se llame a engaño -y sin desmerecer a los miles de estudiantes de ahora y del pasado-, la Universidad Católica se preocupó, principalmente, de ofrecer ser la formadora de “la inteligencia” del gobierno dictatorial, un gobierno que se juraba establecer una sociedad permanente, profundamente injusta, centrada en valores altamente ultra-derechista y que eternizaría los métodos que la dictadura imponía.  En un momento el dictador, hasta nombraba al presidente de los estudiantes de la Federación de Estudiantes de la UC (FEUC). Y lo hizo, sin tener muchas consideraciones ni siquiera a las apariencias, poniendo al nunca bien ponderado y regalón, Andrés Chadwick… Famoso por sus métodos de persecución y acoso a quienes pudiesen pensar diferente. Su reciente pasada como Ministro del Interior mostró “la calidad (represiva e injusta) que buscaba imponer para su sociedad”.

Los sesgos que dejaron las acciones de la dictadura y los roles que fuera determinando  cada Universidad eran necesarios para la dictadura y la sociedad para la cual ella misma trabajaba. La farándula pseudo educacional superior en Chile permitió generar también un “negociado educacional”, donde los magnates establecían sus negocios bajo el “el liderazgo de la dictadura y post dictadura” donde vimos instituciones más que mediocres y otras que pretenden, en medio de enormes inversiones y costos para los alumnos, una “excelencia académica” invisible aunque auto-promovida. Los estudiantes en muchas de estas instituciones han luchado para que estas instituciones mejoren. El todo, siguiendo el diseño de mediocridad de la dictadura y sus seguidores ha seguido fortaleciendo el mismo sistema de injusticias, priorizando una economía destructiva, anti-social y que niega el desarrollo de una sociedad fraternal, solidaria y que respete el futuro y las necesidades de todos los habitantes de este país. Las luchas de estos últimos años de estudiantes y familiares, así como de amplios sectores de la sociedad que buscan esa liberación y justicia aplastada hasta ahora, se siguen enfrentando a la tramitación y la defensa de los controladores del país. Pero esa lucha sigue adelante a paso seguro. No olvidemos de que aún antes del Golpe Militar, los estudiantes mostraban un enorme cartel que atravesaba la avenida en el que se decía" "El Mercurio Miente", referiéndose a lo que eran los montajes y prefabricaciones para el golpe militar, auspiciado por los sectores más reaccionarios del país y fondos aortados por lo EEUU, que entonces, jugaba al mismo juego que hoy tiene contra Venezuela.


Las universidades, lo seguimos viendo, son campos de amplias luchas por los derechos y por la construcción de sociedades mejores, donde el acceso sea de calidad, igualitario y contra la enfermante manía del lucro que persiste en Chile. La Universidad Católica tiene, sin duda, un amplio sector que busca esos mismos objetivos. Allí es más duro porque el control de los poderes fácticos ha sido superior. Pero estas luchas no han terminado. Los estudiantes identifican los controles y agendas que fuerzan los poderes económicos y, en este despertar van luchando por un país democrático, con equidad y justicia. Las universidades nacionales, públicas son el camino para que esto ocurra. Camino complejo cuando los medios de información dominantes y en manos de los poderosos se oponen. Pero los pueblos son tozudamente democráticos y seguirán avanzando.

No hay duda que aún falta mucho por recorrer para llegar a ser un país democrático pero, no hay duda que el pueblo de Chile hoy busca directamente tener un país democrático y no un Estado corrupto por todos sus grupos de poder. Hoy, en las diversas áreas del vivir y hacer, desde pescadores hasta estudiantes, pasando por trabajadores de todos los sectores y los pueblos indígenas, especialmente el pueblo Mapuche por ser un 10% del total de la población protestan y exigen una mejor calidad de vida y el fin del lucro como forma de vida. Para ello, menos en los que se aferran al poder estilo dictadura que domina el quehacer, los habitantes de este país buscan una sociedad que respete a todos y cada uno. Donde exista igualdad en la justicia, equidad en el acceso a mejores condiciones de vida. Quienes se oponen hoy son los que controlan la información, los bancos, la riqueza y los que destruyen el medio ambiente para promover su lucro.


Por un Chile justo, democrático y con una Constitución democrática, hecha por todos los sectores y no por los poderes actuales de un Estado que no han sido elegidos democráticamente. Será esta la primera Constitución que emane de una Asamblea Constituyente y sin manipulaciones como las que se ofrecen y hemos tenido.


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