Esto nos hace recordar lo que el sistema de la dictadura y los seudo-demócratas que han seguido en los gobiernos pretenden hacernos olvidar: los crímenes imprescriptibles de Chile, que pretenden aún esconder para mantener esta "exitosa experiencia económica-financiera" de marras que aplasta al país. Es decir, los crímenes de lesa humanidad, no se extinguen no se olvidan ni se legisla para declarar impunidad o esconder (¡¡como hizo el Presidente Ricardo Lagos al prohibir que la información de esos crímenes fuese proscrita por 50 años!!) Esta forma de colusión criminal se ha mantenido en los gobiernos que le han seguido.
Los criminales por asociación, en cuanto a impedir los juicios y pretender olvidarlos, son tan culpables como quienes cometieron esos crímenes. Lo que han hecho es un abuso de poder y una inmoralidad a la ética social.
Estos crímenes son la evidencia de la persistente ausencia, en Chile, de una democracia con visos de legitimidad. Quienes apoyan esos crímenes son asociados de esos delitos de lesa humanidad. Inmorales todos, y criminales por comisión al mantener una legalidad que usa la impunidad a sabiendas de que son crímenes -y que por eso los esconden.
Quienes mantienen la Ley de Justicia Militar y hacen oposición a que Chile tenga una Asamblea Constituyente son culpables, y no meramente equivocados o "no entienden". Los crímenes que sucedieron en Chile no fueron desconocidos ni han podido jamás ser justificados como actos de justicia o de "que mejor que nos olvidemos y reconstruyamos, sobre esos crímenes" un país democrático. La democracia no es el basurero del fascismo que debemos olvidar. Curiosamente, recién ahora, el Tribunal Constitucional (que no es un organismo democrático porque ha permitido, por diseño, que el modelo pinochetista persistiera) ha declarado que los crímenes contra civiles no pueden ser tomados y "juzgados" por las cortes militares. En realidad, la Justicia Militar no tiene lugar alguno en una sociedad democrática. Ni siquiera en estados de guerra... porque, sabemos, esos estados de guerra son manipulaciones del lenguaje que terminan justificando crímenes como los que sucedieron en chile y en otros lugares. Incluso en Argentina donde, sin embargo, se ha juzgado a los criminales contra la humanidad en forma consistente en la última década, cortando todo lazo con los actos de las dictaduras en sus violaciones de los derechos humanos. Los gobiernos post-dictadura, seudo-democráticos "made in Chile", mantienen su estado culposo en una forma que insulta la inteligencia y la ética social. El actual se niega a dar los pasos necesarios y, con ello, no se diferencia de los anteriores.
Que crímenes aún sean escondidos en los terrenos de las fuerzas armadas es porque fueron cometidos por ellos. Los que fueron lanzados, difícilmente pueden ser encontrados porque no resisten el paso del tiempo... Y en eso la Marina no puede pretender quedarse tranquila: fueron tan criminales como los otros y la justicia debe transformarse en verdadera justicia, que permita juzgar a los criminales de lesa humanidad y a buscar las formas de reparación a las familias y a impedir que esto suceda en el futuro.
Foto de la fosa clandestina de Pisagua donde se encontró a parte de los detenidos desaparecidos de Tarapacá. |
El Estado chileno sigue faltando a lo que un Estado democrático debe hacer: no sólo no investiga, juzga y repara los crímenes legalmente, sino que los crímenes que la represión sigue llevando adelante también son cubiertos con el manto de una Constitución inmoral, apoyada por "asociados" en colusión y que hoy se niegan a llamar a una Asamblea Constituyente. La asociación de muchos miembros de la justicia, declarando que "sólo hicieron justicia en la medida de lo posible" ha sido, recientemente demostrada como cobardía y encubrimiento al crimen: El Juez Nelson Muñoz, quien fue el que descubrió la fosa del crimen en Pisagua falleció recientemente. Fue denostado y forzado a salir de su cargo (porque no aceptó coludirse con criminales y encubridores)
Ver: para mejor recordar, no olvidar y pedir justicia en esos crímenes aún vivos en las memorias, algunos encontrados en la fosa de Pisagua pero otros todavía desaparecidos. Visité el lugar del crimen en Pisagua y tomé algunas fotos: "Frente al mar fue el crimen". Son parte de un artículo de Andrés Blanque: "CHILE - Pisagua o la memoria a tajo abierto"
http://www.alterinfos.org/spip.php?article1447)
Información sobre el trabajo del Juez Nelson Muñoz:
http://www.zofri.cl/monitoreoprensa/index.php/positivas/item/2578-aquejado-por-un-cancer-al-pancreas-fallecio-juez-que-encabezo-hallazgo-de-fosa-de-pisagua.html
http://www.eldinamo.cl/2014/06/11/un-juez-en-el-desierto-el-olvido-del-hombre-que-encontro-la-fosa-de-pisagua/
http://www.elsoldeiquique.cl/?p=41353
http://piensachile.com/2013/08/pisagua-el-falso-enfrentamiento-de-marin-y-millar-contra-soldado-pedro-prado/
http://www.memoriaviva.com/criminales/criminales_c/cheyre_juan_emilio.htm
Este último artículo es sobre el General Emilio Cheire, quien llegó a ser "en democracia", General en Jefe del Ejército, pese a haber sido parte de los encubrimiento y ejecución de muchos crímenes de la caravana de la muerte. Hace poco fue desenmascarado en Televisión por su participación en el crimen de una pareja en La Serena que trató de mostrar como si él hubiese sido el "salvador" del hijo de la pareja asesinada y no parte del equipo que borraba evidencias de dichos crímenes;
Ver también: http://memoriaoralancestralautobiogrf.blogspot.ca/2013/08/superviviente-lejderman-hijo-de-pareja.html y http://www.cooperativa.cl/noticias/pais/dd-hh/lejderman-no-le-deseo-a-cheyre-ni-a-los-genocidas-lo-que-vivieron-mis-padres/2013-08-21/002754.html) Este contiene un vídeo del Programa de TVN "El Informante" que confronta a Ernesto Lejderman, hijo de una pareja que fue asesinada por una patrulla militar en diciembre de 1973 en el Valle del Elqui, con el ex comandante en jefe del Ejército y (al tiempo del programa en TVN era el) actual director del consejo directivo del Servel, Juan Emilio Cheyre, quien lo entregó cuando era un bebé a un convento en La Serena. Dijo Lejderman: "Estoy aquí por dos personas, Bernardo (Lejderman, argentino) y María (Avalos, mexicana), que ya no están, que son mi papá y mi mamá".
De estas historias hay muchas más y todos los chilenos debemos abrirlas y permitir que se juzgue a los criminales de lesa humanidad y a las personas e instituciones que lo hicieron y aún protegen. Es decir, conseguir que el país tenga memoria histórica y pueda avanzar hacia una maduración democrática, basada en ética y justicia, las que aún son atropelladas.
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