Comentario a noticia en Diario electrónico de Radio U de Chile: http://radio.uchile.cl/noticias/153361/
Pareja de Héctor Llaitul denuncia lenta reacción de Gendarmería frente a delicado estado de salud
Paula Correa
Es curioso que el Ministerio
de Salud, que tiene la responsabilidad final de la salud de los chilenos, muestre
una colusión total en la situación de salud e los presos políticos. Lo hizo con las huelgas de hambre de
presos Mapuche, de los Casos Bombas y otras huelgas similares. Héctor Llaitul
sufre el ensañamiento por parte del Estado. “Se preocuparon de él y de otros en
el pasado… para huelgas de hambre cuando se les torturara realimentándolos al margen
de toda ética médica y de sus propios derechos. Pero cuando ha habido enfermedades,
el sistema sólo se mueve un poco si hay presión sostenida y denuncias. La noticia adjunta lo detalla.
En Chile, donde los derechos
humanos y el debido proceso judicial no existe, los presos deben arriesgar sus
vidas para que se les ponga un poco de atención. El Ministro Mañalich llegó incluso
a decir, al inicio de una de las huelgas de hambre "que tenían de 50 a 60
días antes de tener que hacer algo". Una burla inaceptable. Eso es inmoral de parte de
un ministro de la salud y de un médico. Él sabe las condiciones inhumanas en
las que viven los presos mapuche y no se han tomado medidas especiales para
mejorarlas. Especialmente en Angol. Me tocó ver en detalle la falta de atención a los presos mapuche antes, durante y después de las huelgas de hambre. Y no solo
en Angol. También en Concepción, Temuco, Santiago. Y con los menores estudiantes que son detenidos y golpeados por Carabineros durante sus marchas por una educación justa, con equidad y de calidad. Lo mismo en Aysén.
Los familiares de los presos
y varios organismos de Derechos Humanos y de profesionales de la salud han
presentado quejas sobre esta situación... y caen en oídos de sordos. Se les
niegan sus “beneficios carcelarios –los que toman todos los detenidos y, en exceso
por los detenidos por crímenes de lesa humanidad como Manuel Contreras y otros.
El Código de Ética de la
Asociación Mundial Médica (y del Colegio Médico de Chile) y las normas de
Naciones Unidas indican con claridad los deberes -que no se cumplen ni respetan
en Chile- de los gobiernos para con los presos que hayan hecho huelgas de
hambre. Y, especialmente, de las poblaciones indígenas. El Chile oficial
persiste en ser un paria dentro del contexto mundial.
¿Hasta cuando seguimos con
sonrisitas sardónicas presidenciales y con la represión y las injusticias determinadas
por la Cumbre de Seguridad Pública en la que invitara a los represores más
connotados y luego, atropellan a toda forma de oposición (incluso con vejámenes
sexuales a las estudiantes secundarias)? En los últimos años Chile ha gastado
18 mil millones de dólares en armamentos… sin justificación otra que la
prepotencia militarista de un sistema bandido. 20 veces más que lo que se
necesitaría para una educación de calidad y gratuita…
Se ha iniciado otra huelga
de hambre por razones similares de atropello, de condenas inmorales en jóvenes
Mapuche que fueron, igualmente, sujetos a tortura. (Daniel Levinao y Paulino
Levipán, de 19 y 23 años, detenidos el 2 de Noviembre pasado, recién condenados
en Angol) “Pero el ministro -y su
presidente- todavía tienen mucho tiempo”…
"Chile limita al centro de la injusticia"
nos decía Violeta Parra... y estamos peor aún ahora.
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