Artículos de interés en DDHH's y Justicia

Sunday, June 17, 2012

Especulación y economías de rapiña ("a la chilena") producen injusticias, miseria y su violencia injustificable...

Las razones de los banqueros, especuladores y métodos de explotación capitalista y mercenarios, a corto o largo plazo siempre terminan con miseria, destrucción y represión.

No es lo mismo "verde" que ser “verde y solidario".  Y tampoco ser solidario, cuando esto es erradamente entendido, sin análisis social y ecológico, ni centrado en la vida y la justicia… porque mantiene formas de producción que, inexorablemente, terminan siendo anti-sociales, ajenas a la solidaridad.  Es decir, no implica "ser verde". Deben ser pensamientos y acciones complementarias. Muchas multinacionales se han lanzado en el camino "verde" y, sin querer queriendo, ponen una cara de santos y "vamos saqueando el mundo ahora".
Leonardo Boff, filosofo brasileño que no es nuevo al tema, reflexiona sobre la importancia de que sea verde y solidaria porque eso permite ser solidarios con el futuro y no justificarse con el "saqueo hoy y dejar nada para mañana". Es decir, mirar al planeta como un todo.  Pensar en todas las especies y, por supuesto, en las generaciones actuales y futuras. Saber conservar y que esta economía sea efectivamente auto-sustentable... Cuando vemos que la economía es considerada buena si produce dinero, y cuando el dinero es, en forma prioritaria, para entregárselo a los bancos, es decir, a los mismos que destruyen el planeta, generan la inequidad, la miseria y las consecuencias criminales en el mundo en todos sus rincones, quiere decir que debemos, urgentemente, preocuparnos de estos temas.
http://leonardoboff.wordpress.com/2012/06/14/economia-verde-versus-economia-solidaria/
Paul Krugman, reciente Premio Nóbel de Economía, que logró mostrar una cierta solidaridad inicial con las protestas por “los indignados” y en contra de estados especuladores y abusivos actuales aparece volviendo al redil.  No ataca lo central del problema y discute detalles para justificar el sistema en vigor. En una noticia adjunta, indica que efectivamente "hay que darle el dinero a los bancos” (que son los que crearon las quiebras y los desfalcos en primer lugar). Esto quiere decir que no hay el menor sentido de solidaridad ni de protección del mundo. Pues si esta es la economía correcta, hay que encontrar otra… porque esta no sirve. Pero los conceptos de equidad, de protección al medio ambiente (verde), solidaridad y justicia para todos no son nuevos. Se los ha escondidos, criminalizado y tratados de  ineficientes bajo la capa de la manipulación de los medios de información que, en el mundo, son impuestos por la fuerza.  Estamos peor que lo pensado: la Academia que otorga premios debe ser mirada como sospechosa de colusión con los capitales que todo lo pudren y que siempre han estado buscando la simple e injusta acumulación capitalista. No olvidemos que al pasar a economías centradas en procesos financieros y especulativos se fue destruyendo el elemento productivo. Chile es un buen ejemplo. Las visiones que priorizaron el control y protección de las riquezas (el cobre que fuera nacionalizado y pasara a ser una fuerza productiva para todos, aunque todavía no verde, en el buen sentido, es hoy fundamentalmente privada y explotado en forma anti-social (en la misma Chuquicamata, o, peor todavía, en Los Pelambres y también en otras formas de explotación minera. Se da prioridad al desarrollo de fortunas y la especulación financiera ahorca al país, a sus riquezas naturales y al ser humano. Las ganancias de sus magnates van en forma paralela a la destrucción del medio ambiente y del futuro sustentable. Por ello la equidad no hace sino disminuir... y la consciencia colectiva va entendiendo la relación de los diversos factores y exige sus derechos. La terminología sola no resuelve el problema mientras siga siendo determinada por un contexto explotador, abusivo y sin solidaridad.
El mundo ya está atrasado en su cita con el futuro: se ha generado una deuda gigantesca de tipo ecológico y social y que, para variar, quieren sea pagada por las grandes mayorías que no solo viven en el límite de la sobrevivencia sino que son los mismos a los que se les impide tener condiciones de vida humanas, dignas. Y, para peor, son aquellos cuyas demandas justas son criminalizadas y a las cuales se les lanza el peso de leyes y de fuerzas  represivas inmorales, costosísimas, y que deberán desaparecer del futuro moral de la humanidad si queremos que esta sobreviva.
Si miramos al llamado Primer Mundo, que también ha sido el primero en el abuso del medio ambiente, veremos que ellos hayan explotado inicialmente las riquezas en el Tercero y son los muestran, a pesar de las enormes riquezas usadas,  economías desarticuladas. Esto por su actuación fundamentalista pro-lucro, mercenaria. Y, si  miramos a los países del Tercer Mundo (los que se quedan con la miseria, sin riquezas y son reprimidos en forma predilecta) el fenómeno no es muy distinto. Allí se han copiado los métodos impuestos por el Primer Mundo y por sus organismos de control y poder (Fondo Monetario, Banco Mundial, Organización Mundial del Comercio, y sus reuniones mundiales de ajusta G-8 o G-20 o 40) Estas son las bases que determinan que la sociedades actuales terminen mirando a justificar las economías que polutan y destruyen y, sus resultados lógicos: sociedades sin solidaridad y crecientemente represivas. Por ello, "pensar verde debe incluir el pensar solidario". Son precisamente los pueblos originales los que más piensan en protección y en relaciones humanas solidarias. No quieren hacer el camino del capitalismo desalmado que Boff denuncia, y que Krugman justifica con algunas críticas de métodos y no de fondo.  Deben ir juntas... y de la mano, también, de las luchas por los derechos fundamentales a nivel mundial. No son los bancos (ni españoles, ni griegos, italianos, de EEUU o chilenos) los que deben ser mirados como la prioridad central para ser apoyados. Es fundamental el cambio a sistemas económicos y productivos donde la solidaridad humana, el desarrollo sostenible y el fin de los ciclos capitalistas destructivos y especulativos actuales de aumento de riquezas de unos pocos, que incluyen sus ciclos de aumento de la represión y de violaciones, guerras e inmoralidades que hoy presenciamos por todo el planeta. Las leyes, a nivel mundial solo se han sumado a estos procesos y, si se les permite, los estados hacen Constituciones “a la chilena”, es decir, inmorales y represivas. Las luchas por impedir que este estado de cosas se eternice están en marcha y no se van a detener, a pesar de la violencia que el sistema imponga. Los Estados al servicio de los magnates no son el futuro… van a desparecer.

José Venturelli, Pediatra, Vocero del Secretariado Europeo de la Comisión Ética Contra la Tortura  CECT-SE  17062012

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