El Lumpen, como expresión política histórica es el reflejo de la corrupción de grupos importantes, incluso de grandes colectivos. Más allá del proletariado. En Chile, por la impudicia y corrupción de la dictadura y sus asociados internos y externos -el imperio mismo- esto se dio con muchos sectores. Empresarios, como fuerza motora sin inhibiciones, partidos políticos: sus miembros caían en el dulce desliz de ocuparse du sus beneficios personales e inmoralidades que incorporaron la corrupción como expresión cotidiana al país entero. Y esto ha sido visible en amplios sectores de los tres poderes del estado. Se ha reflejado en que grupos importantes -más que incapacidad simple de hacerlo-, no querían que el país y la equidad, justicia y democracia pudiesen realmente progresar o establecerse. Pero las nuevas luchas lo van cambiando, una vez más. Estas mismas luchas traerán la consciencia de hacer una nueva Constitución con participación popular. Y podremos hablar de una primera Constitución genuinamente democrática... porque antes tampoco la tuvimos.
Comentario a artículo de Sergio Martínez (Residente en Montreal, Canadá) en El Clarín de hoy http://www.elclarin.cl/web/index.php?option=com_content&view=article&id=4422%3Atelescopio-la-lumpenizacion-del-pais&catid=13%3Apolitica&Itemid=12
El artículo y la obra de Diego
Rivera que adjunta el texto son muy interesantes. Sin querer entrar en la discusión misma (el articulo
de Sergio Martínez tiene su propio mérito, repito: ayuda a mirar la realidad
actual de Chile)
Interesante es, en estos dos a tres últimos
años, el hecho que las luchas por los derechos fundamentales han ido aumentando
y la solidaridad de esos grupos va identificando que son esas luchas las
importantes en la búsqueda de la recuperación y establecimiento de derechos que
se los había llevado la dictadura y gobiernos posteriores hasta el actual, en
sus varias formas de alienante actividad y de inequidad y destrucción del
presente y futuro. Ha sido un proceso, ciertamente, de "lumpenización" que tocó a muchos y desplazó a otros por factores "colaterales" como el miedo y la desesperanza. Pero hay más: está la recuperación que estos mismos procesos de despersonalización, de corrupción personal y colectiva conllevan. Su propia contradicción. Y eso lo vemos que va entrando en la sociedad que nos quieren hacer creer que "no tiene salida".
Tuve la oportunidad de conversar con varios
sectores que luchan (y que son reprimidos fuertemente y de modo creciente) y es
muy interesante como se desenmascaran los factores lumpen, que menciona Sergio. Lo ví en las cárceles con perseguidos políticos mapuche, no mapuche y con sectores de pescadores, pobladores, estudiantes y otros. Todos, en la medida que han dejado las amarras partidistas que se habían podrido, van ahora re-identificándose con sus derechos y las luchas que pueden llevarlos a su recuperación.
Mejor aún, en la Patagonia chilena se ve como la lucha, que tenía una expresión colectiva -transversal la han llamado ellos mismos- pudo, incluso en momentos en que la brutalidad e inmoralidad del Estado se mostraba en toda su insolencia, y perdía el terreno. Fueron capaces de poner las Fuerzas Especiales más que en jaque. Concretamente, cuando las FE's atacaban a mujeres que guardaban el Puente Ibañez, símbolo de esa lucha, el pueblo de Aysén, sumando 4 ó 5 mil personas contra las tropas invasoras, los hizo correr y esconderse en sus galpones de ocupación. Arrancaban de los varios de miles de personas que los enfrentaron. Mujeres, niños, ancianos, pescadores, estudiantes, mapuche lafkenches, clase media e incluso hasta sectores "perdidos" en la derecha identificaban sus fuentes reales (y no las resultantes de la farándula inmoral impuesta por 40 años). Es decir, identificar lo que van perdiendo de la naturaleza, medio ambiente, dignidad, futuro para las generaciones nuevas y futuras, entre
otras. Ver lo que sus vidas tienen y van perdiendo... y, en ese despertar,
luchar para recuperarlas.
Interesante. Para seguir mirando de cerca. Y solidarizando. Especialmente cuando vemos que el mismo grado de lumpenización política (de los diversos grupos e individuos (e instituciones!) que se han coludido en Chile, siguen un camino paralelo a la lumpenización tradicional. Ambas formas de ese lumpen se van desarmando en la medida que la gente identifica “sus derechos” y lo que deben ser sus luchas para recuperar su condición de forjadores capaces de perseguir y alcanzar sus propios sueños y justas esperanzas. Es la "deslumpenización", tan necesaria.Y no será la primera vez en la historia que se la pueda conseguir. Las luchas de los Mapuche, de estudiantes, mineros, pescadores, docentes, pobladores, pueblos y regiones enteras e, incluso, de muchos despistados caminantes en la derecha por frustraciones con los gobiernos corruptos sufridos estas décadas. Pero, en esas luchan recuperan su visión normal, su ingenio y capacidad creadora social.
José Venturelli, Pediatra - Vocero CECT- Secretariado Europeo Desde Hamilton, Ontario, Canadá.
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